Capitulo 3

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Estaba cansada, no se cuanto corrí solo se que ya estaba lejos de ahí mi perna dolía horrores al igual que mis manos, escuche aullidos a lo lejos, una alarma en mi se activo.

Seguí corriendo. 

-Maggie tienes que correr no pares, tu puedes solo corre un poco mas.- me dije a mi misma apoyándome a continuar.

Corrí mas pero mis piernas me dolían, mi cabeza dolía como nunca intente parar el sangrado en mi pierna pero no tenia nada para poder cubrir la herida mire hacia el cielo las estrellas se podían ver con tanta claridad y la luz de la luna podía iluminar mi camino a mi alrededor solo había arboles, suspire y lagrimas caían de mis ojos me limpie con mis manos llenando de sangre mi cara empece a caminar hasta que escuche pisadas acercándose a mi, mi cuerpo tembló con solo pensar que me habían encontrado volví a correr pero mis piernas ya no daban mas caí de rodillas puse mis manos para amortiguar la caída mire mis manos llenas de sangre y tierra.

-Por favor.- suplique mirando el cielo.

Las pisadas se escuchaban mas cercas intente pararme pero no podía no mas, me recargue en un árbol sentándome cerré los ojos esperando mi fin, pero nunca llego al contrario sentía lambidas en mi cara abrí los ojos mis ojos hicieron contacto con un lobo blanco con ojos azules. Deje soltar un suspiro.  

-Así que solo eras tu pequeño.- lo mire y le sonreí. - ¿No me haras daño, verdad?.- dije con esperanza de que el lobo no me saltara encima. Pero el solo me miro y lambió otra vez mi cara, sonreí.   

-Me ayudaras a salir de esta ¿verdad amigo?- me pare con ayuda del árbol.

Empece a caminar pero mis piernas aveces me fallaban, el lobo blanco siempre se mantuvo a mi lado.

-A si que dime pequeño ¿Por donde debo ir para poder salir de aquí?.- le dije lobo, por alguna razón no le tenia miedo al lobo. 

Todavía no bajaba la guardia estaba tan atenta de que esos tipos no aparecieran.

Íbamos caminando el lobo  y yo, pero de un momento a otro el se detuvo y miraba a nuestro al rededor, me detuve al igual que él, mire a nuestro al rededor pero yo no veía nada, pero el lobo parece que si, empezó a gruñir  y se puso enfrente de mi, el pánico volvió a mi de los arboles salieron los tres tipos que me secuestraron el miedo regreso a mi como si de un balde de agua fría me cayera creo que preferiría eso que esto.

-Así que pensabas que te librarías de mi tan fácil, no pequeña zorra eso nunca pasara, antes te mato.- me dijo sonriéndome como el psicópata que es.

-Esto te costara la vida maldita.- me dijo al que le había encajado la parte de la silla, lo mire pero parecía que no lo había afectado en nada.

El lobo blanco seguía gruñendo, cuando el primer hombre que se me acerco el lobo se le lanzo mordiéndole la mano, volví a correr pero no importo, uno de ellos me había tirado al suelo me golpeo en la parte del estomago dejándome sin aire, mientras me recuperaba de ese golpe el segundo hombre se acerco a mi.

-Tu seras mía maldita.- hablo el mientras me tiraba del cabello.

Mis lagrimas salieron, mi mirada estaba borrosa por estas, mire a mi lado y vi como el lobo blanco seguía peleando con el primer hombre que se me acerco, el tipo que me jalaba mi cabello me empezaba a besar el cuello, la desesperación de que ellos me violaran me destruía con solo pensarlo, seguí peleando sin que me importara cada golpe que ellos me dieran escuche un chillido  me gire en busca del lobo, cuando lo vi estaba del otro lado de donde antes estaba en árbol intentando pararse de ahí, el tipo que lo lastimo se empezó a cercarse a mi, los otros dos me soltaron el me miraba como si yo fuera su peor enemiga, me empezó a golpear solo cubría mi cara los tres me pateaban, escuche un aullido mire como el lobo blanco aullaba hacia el bosque.

Sentía que moría, sentía que ese era mi final pero al final deje de escuchar todo mis ojos solo veían la luna en todo su esplendor, las estrellas brillando a su alrededor, los arboles moviéndose al compás del viento, el frió pasar por mi piel como una caricia.

De un momento a otro escucho gruñidos, sentía que me quitaban un peso de encima, el dolor desapareció, lo ultimo que vi era la luna y después solo la oscuridad en volviéndome.              


LUNA FRÍAOù les histoires vivent. Découvrez maintenant