7. Cita

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No me gusta la idea de poner imágenes, pero no se cuantas la habrán visto y esta imagen es la fuente de inspiración para el shot de hoy, ¡Y es oficial!

¡Hola, preciosas! Ha sido un tiempillo.

Este creo es el más largo que he escrito hasta ahora, más que el de Infancia, ¡Pero amo escribir citas, es una realidad! Aunque no llegan a ser 10.000 es casi lo mismo, con una cortísima diferencia.

Seguramente ya quieren iniciar la lectura y entenderé si se saltean estás notas, pero quiero hacer unos anuncios, primero de que por la imagen habrán deducido esto se ambienta en la linea temporal de Ares y Orion, así que es TatsuMido. Además, por ahí me quedaron fuera de carácter, pero no se ve mucho de ellos fuera de que jueguen futbol así que supongo todo es válido, ¿No?

Las únicas advertencias que tengo es que hay un poquito de humor rojo. Y está Kira Hiroto en la historia, así que se dan una idea. Ame escribir sus partes, y sé que ustedes también lo amaran.

Ya las cosas más personales las diré abajo, mientras, ¡Espero disfruten la lectura!


Había problemas en el paraíso. Con la escuela acabada y las tan ansiadas vacaciones en término medio con una buena guarnición de poder hacer lo que quieran, lo que menos hacían era lo que querían.

Midorikawa y Tatsuya no tenían un plan a futuro. Bueno, Midorikawa no lo tenía, Tatsuya ya sabía que una vez tuviesen veinticuatro años mágicamente tendría al chico de pelo verde en tan solo un delantal mientras él proveería las cosas para la casa. Y de paso un hijo, adoptado obviamente, porque eso venía en la etiqueta.

Midorikawa con pasarla bien le bastaba, vamos, que tenían quince años los dos.

Y eso generaba un problema entre ellos, porque como Tatsuya era un mega ñoño y a veces ser un líder se le podía subir un poquito a la cabeza, tenía ya todo el esquema de cómo serían sus días de vacaciones. Juntos, porque para algo eran pareja. Y Midorikawa a eso le enfadaba.

Al principio le parecía lindo, y es que los esquemas que habían empleado cuando aun tenían clases ayudaron mucho a Ryuuji a poder estudiar y tener un espacio de relajación para no colapsar como en anteriores años. Pero en las vacaciones no necesitas esquemas, necesitas holgazanear.

Algo que no le entraba en la cabeza a Tatsuya era que Midorikawa quisiese pasarse los primeros días en cama pelotudeando con el celular, y después hacer cosas, que tenía que ponerse al día con el Inatter.

Por eso lo arrastraba a todas las "divertidas" actividades vacacionales que tenía planeadas Tatsuya para ellos dos solitos. Y a Midorikawa le encantaba la parte de que estaban solitos, pero cuando entendió que las actividades incluían salir de pesca, cazar insectos, jugar ajedrez y armar rompecabezas se dio cuenta de tres cosas:

1. Estaba saliendo con un niño de primaria.

2. Estaba saliendo con un abuelo.

3. Tatsuya no pensaba ponérsela.

¡Y es que era hasta ofensivo! Planear un montón de actividades y en ninguna algún arrumaco. Por favor, que la actividad número 69 era ayudar a la iglesia, ¡Tatsuya le insultaba con su inocencia!

Pero la aguantó, que a mucho amor mucho perdón, no era la primera vez, que en la salud y en la enfermedad y todas esas cosas para las que no firmó sobrio.

Y la remó bastante hasta la mitad de las vacaciones, donde llegó a su límite. Su límite físico, porque nadie quería llegar al límite metafísico de Midorikawa. Nadie.

10 ocasiones contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora