Capítulo 3

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FELIZ AÑO NUEVO

No se si este año iba a ser tan feliz como uno espera cuando dice esas palabras. Pero si sabía que iba a ser un año de ,muchos propósitos por cumplir. Iba a terminar cuarto de la eso, iba a mantener mi secreto a salvo y le iba a dar una paliza a este maldito cáncer que solo era una piedra más en mi camino.

Puede que el 2018 no hubiera sido para nada lo que esperaba, que hubiera perdido muchas cosas, pero también había ganado otra y pensaba disfrutar este año como si fuera el último, con el propósito de que no lo fuera.


Ya han pasado varios meses desde noche vieja. Le he dicho adiós al segundo trimestre. Un segundo trimestre en el que me he dejado la piel. Ha habido más de un susto, pero es demasiada presión. Me desmayé antes de un examen de mates, la mayoría de la gente piensa que es porque tenía miedo de suspender, pero mi cabeza me decía: "¿Cómo puedo estar preocupada por un simple examen cuando estoy enferma, por qué paso mis últimos años estudiando y malgastando mi muy limitado tiempo en aulas con gente que no me cae bien?" 

Pero luego recuerdo que voy a poder con esto, y que no me apetece para nada repetir. Total ya me he acostumbrado a estudiar en hospitales, pero si miramos el lado positivo, he conocido a personas maravillosas en las quisimos. Dana es otra chica con leucemia, me saca un año y se ha convertido en mi hermana mayor, me ayuda a estudiar. Sé que ella se ha rendido, ha dejado el instituto y vive interna en el hospital, y aunque nunca me lo diga noto en su mirada que le parece absurdo lo que hago de intentar parecer normal e ir a clases, pero yo digo ¿es mejor dejarse vencer en una cama de hospital?

El día a día se ha vuelto una insufrible monotonía, es aburrida y constante. Al menos ya me controlo mejor en el instituto, aunque mis notas son una montaña rusa intento mantenerme en mi línea y cada día tengo menos ganas de hablar con los de mi clase y ser simpática, si antes lo veía necesario cada vez es menos. Desde que me enteré de mi enfermedad muchas cosas han perdido importancia y otro montón se han vuelto irrelevantes.

Hace poco fuimos de excursión a Valencia, a ver el oceanográfico. Y fue fascinante, otra cosa que ha cambiado en mi, es la forma de ver las cosas. Ahora incluso las cosas insignificantes en las que nadie se fija me producen alegría. Al ver todos esos animales estando atrapados pero siendo felices y disfrutando de lo que tiene, se le veía tan llenos de vida, agradecidos de estar allí. 

Me sentí muy sola en la excursión, me senté sola, vi el inmenso museo y el oceanográfico sola e incluso en la proyección, la fila en la que estaba, la dejaron completamente vacía. Se que son tontería, pequeñas detalles, pero nunca me había puesto a pensar lo que duelen esos pequeños detalles y a preguntarme por qué no les caigo bien y que hubiera pasado si fueran mis amigas, cuál fue mi fallo o como actuarían si supieran lo mío. Supongo que digamos lo que digamos siempre estaremos muy influenciados por la sociedad y digan lo que digan, nadie quiere estar solo de verdad. Al fin y al cabo la sociedad es una soga al cuello de la que hay que estar pendiente todos los días por si nos ahorca.

Aunque desde que conocí a mis amigas me siento mejor. Pero a la vez la peor persona del mundo, no finjo en mi manera de ser, no finjo en mis gustos y no me callo lo que pienso, pero si les estoy ocultando algo de mí. Ellas nunca me han mentido, y me han contado cosas muy intimas y aún así no soy capaz de contarles lo mío. Tal vez porque el día que lo haga será oficial, porque mantenerlo en secreto es más fácil o simplemente porque no me lo creeré del todo hasta el día en que se lo cuente en alto a alguien que me importa, puede que no este preparada para ver sus caras, puede que no quiera aceptarlos. Pero es algo que me quema por dentro y no se en que clase de persona me convierte, tal vez no quiera averiguarlo.

Proposito de año nuevoWhere stories live. Discover now