Instituto Karakura *Segunda temporada* (Ichiruki)

Capítulo 3: La fiesta de cumpleaños de Masaki.

POV ICHIGO

El día había sido un poco frío en la mañana, pero poco a poco comenzó a despejarse. Tal vez, el tiempo sabía que hoy sería un día especial.

Si, era especial. Era el día del cumpleaños de Masaki.

Le pedí a Papá que me dejara salir temprano, para comprar un regalo para ella. Por supuesto, también le avisé acerca de la fiesta sorpresa que haría Rukia para nuestra pequeña, y no dudó en decirme que estaría allí para felicitarla.

Orihime y Ulquiorra se ofrecieron para distraer a Masaki mientras hacíamos los preparativos para la fiesta.

Pasé por la tienda de juguetes. Había variedad de cosas hermosas para niña, desde Barbies hasta juegos de cocina.

Observé una en especial. Era una linda muñeca de cabello negro hasta los hombros, de piel pálida y ojos raramente rojos. La tomé entre mis manos para observarla mejor.

La muñequita tenía bastante parecido a Masaki, a excepción de los ojos. Si hubieran sido achocolatados, serían completamente iguales.

Cuando me disponía a pasar por la caja para pagar la muñeca, recibí una llamada. Saqué el celular de mi bolsillo trasero y divisé el nombre de Rukia en él.

- ¿Hola?

-Ichigo...Lo siento por llamar tan apresuradamente. Necesito pedirte un favor- Su voz se escuchaba un poco malhumorada.

-Cariño... ¿Estas bien? - Pregunté preocupado.

-Oh...si- Se detuvo por unos segundos- En realidad...No está bien. Eché a perder el pastel.

Su voz sonaba como si estuviera a punto de llorar.

-Tranquilízate, podrás arreglarlo. Eres una gran cocinera.

-Lo sé, pero aun así me molesta que las cosas no salgan como quiero- Su voz poco a poco comenzaba a sonar tranquila- ¡Oh! Te llamaba para ver si podías pasar a la tienda a comprar los ingredientes para el pastel.

-Claro, estoy por pagar el regalo de Masaki, pasaré en unos minutos.

-Oh, ¿Enserio? ¿puedo saber qué es?

- Es...una muñeca. En realidad, me llamó mucho la atención porque se parece mucho a ella.

Rukia se quedó callada unos momentos.

-Cariño, no quiero matarte las ilusiones, pero...Masaki ya no está jugando con sus muñecas.

Me Sorprendió. He estado tan ocupado con el trabajo que no me percaté de aquello.

-Oh... ¿es así? – No entendía por qué motivo eso me ponía un poco triste- Entonces... ¿Qué debería llevarle?

-Mmm... ¿Qué tal si le traes un accesorio? Un broche para el cabello, tal vez...

Me quedé callado unos momentos mirando la muñeca.

- ¿Cariño? ¿Sigues ahí?

-Oh...si, lo siento, le llevaré eso. Nos vemos en casa.

-Hmm...de acuerdo, nos vemos.

Colgué la llamada y nuevamente observé la muñeca. No sé por qué lo hice, pero la compré de todas formas.

Pasé por una tienda de accesorios y la recorrí buscando un broche. Fue grande mi sorpresa al encontrarme con Sora. El me miró un poco nervioso.

-Oh...Hola señor Ichigo- Saludó sin muchas ganas. Había dejado el hábito de llamarme tío.