Capítulo 12: Epílogo

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Pasaron tres años desde el matrimonio de Masaki y Sora, y para entonces, Ichigo y Rukia se habían acostumbrado al hecho de tener que convivir solamente con el contrario.

El pelinaranja se dio cuenta de que no era tan malo como lo había pensado.

Podía disponer de bastante tiempo para estar con su esposa, y hacer una que otra travesura con ella, sin miedo a que alguien se apareciera por la sala.

-Ichigo ¿Puedes ayudarme a poner los servicios en la mesa?

Rukia llevaba un buen rato en la cocina, mientras Ichigo veía televisión. El ojimiel, que estaba sentado en el sofá, recién había llegado a casa después de un arduo día de trabajo. Pero obedeció a su pelinegra sin chistar.

Se acercó hasta ella para tomar los cubiertos que sostenía entre sus manos, y aprovechó el momento para depositar un beso en su mejilla.

Ichigo observó los cubiertos. Miró confundido a su esposa cuando vio seis tenedores y cucharas en vez de dos.

- ¿Por qué-

Ni siquiera le dio tiempo para preguntar el por qué. Alguien, quien quiera que estuviese afuera tocando la puerta, había interrumpido su hablar.

El pelinaranja se acercó hasta la puerta, dando un gruñido para luego abrirla.

- ¡Hola, suegro!

El ojimiel lo miró con seriedad. Su subconsciente había predicho que se trataba de la parejita de tortolos.

Detrás de la espalda del muchacho, su linda hija le sonreía con amabilidad, acompañada de Ulquiorra y Orihime.

Estaba más hermosa que nunca. Aunque claro, siempre la encontraría hermosa por el hecho de que se parecía a su esposa.

Movió su cuerpo hacia un lado para que los visitantes pudieran adentrarse a la casa.

Cuando tuvo a Masaki lo suficientemente cerca, la abrazó y besó su cabello.

-Ha pasado bastante tiempo, papá.

- ¿Dos semanas? No es tanto.

-Como digas.

Ichigo mentía. Para él, las semanas eran décadas sin verla. La pelinegra menor lo sabía mejor que nadie.

Masaki se adentró hasta la cocina, en donde estaba su madre para poder saludarla. El ojiverde ya estaba allí, junto a sus padres, ayudándole a poner los platos y comida sobre la mesa.

Cuando ya todos terminaron de comer, se sentaron en el sofá y conversaron de cosas triviales.

- ¿Cómo les ha ido? ¿Aún tienes mucho trabajo en la Universidad, cariño?

Rukia hablaba con amabilidad, dirigiéndose Masaki. Mientras, Ichigo, Ulquiorra y Sora jugaban Jenga.

-Sí. No entiendo por qué los últimos años son tan ajetreados. Deberían ser más fáciles.

La ojimiel suspiró cerrando los ojos, Rukia sonrió. Su hija realmente se estaba esforzando.

- ¿Cómo han estado las cosas? ¿Sora no te ha causado problemas?

Esta vez, Orihime estaba hablando.

-Claro que no. Es bastante atento conmigo. Por cierto, Tía Orihime ¿Dónde está Mei?

-Oh, ella se quedó con Nemu. Ya sabes, le gusta jugar con Takumi.

-Oh, ya veo.

Masaki observó a Sora.

Instituto Karakura *Segunda temporada* (Ichiruki)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ