Instituto Karakura *Segunda temporada* (Ichiruki)

Capítulo 5: Enamorada por primera vez

POV RUKIA

Masaki había cumplido los quince, y por ende, comenzaba a verse más hermosa que de costumbre.

Había dejado crecer su cabello, y sus ojos se parecían mucho a los de la madre de Ichigo. Bueno, al menos eso es lo que dice el señor Isshin cada vez que la veía.

La complexión de su cuerpo se parecía al mío. El broche color morado que le había regalado Sora para su cumpleaños número trece, así como el colgante que Ichigo le compró se veían impecables, y hacían resaltar su piel lechosa, haciéndola aún más dócil.

Los chicos comenzaban a voltearse para observarla, e Ichigo comenzaba a celarla cada vez más.

-Papá, ya te dije que es solo una sesión de estudio. Nada especial.

Trataba de explicarle a un molesto Ichigo, quien estaba sentado en una de las sillas del comedor, inflando sus mejillas e ignorando completamente lo que le decía.

-Un No es un No.

Contestó. Masaki golpeó fuertemente la mesa, para luego subir a su habitación.

Ichigo abrió un poco sus ojos al igual que yo.

Y era normal. Era la primera vez que actuaba de tal manera. Observé a Ichigo, quien aún miraba en la dirección por donde Masaki se había ido con anterioridad.

-Es normal. Tú tuviste la culpa.

Me miró con preocupación. Probablemente no entendía lo que había hecho.

-Cariño, Masaki ya no es una niña. Si dice que ese chico vendrá para estudiar, no le veo problema.

- A estas alturas, no confío en ningún muchacho.

-Ah...pero, sabes que Masaki no se quedará con nosotros para siempre ¿Verdad?

Me acerqué hasta él y rodeé su cuello. El apoyó su cabeza entre mis pechos, lucía pensativo.

-Pero aún no es el momento.

Acaricié su suave cabello anaranjado.

-Pero tampoco es momento para celarla. Recuerda que tiene quince. Ya está en la edad para conseguir novio.

Ichigo gruñó un poco y se dio la vuelta para observarme.

-Nadie es lo suficientemente digno para tenerla.

Rodé los ojos. Cuando se trataba de Masaki, se ponía bastante testarudo.

Luego de tratar fuertemente de persuadirlo, finalmente accedió.

Llegó el día en el que el chico venía a casa. Masaki se vistió como siempre, e incluso se veía muy tranquila.

Pensé que ese chico no significaba nada. Si lo hiciera, estaría nerviosamente caminando de un lado a otro, o mordiendo parte de sus uñas.

Pero su semblante era bastante normal.

El chico llegó minutos después.

Un lindo muchacho de cabello castaño y ojos color oro, un color sumamente extravagante. Masaki lo hizo pasar.

El muchacho saludó amablemente, mientras en su cara un tono carmesí delataba su nerviosismo.

Ichigo lo inspeccionó de pies a cabeza. Bufó un poco, haciendo que el chico lo mirara extrañado, para luego saludarlo de mala manera.

Reí por lo bajo. Con Sora también se comportaba así en un principio.

Los dos chicos subieron a la habitación de Masaki, con un Ichigo detrás de ellos subiendo las escaleras.