Cuestión de tiempo

3. "Tranquila, esto (no) te va a doler"

"Tranquila", te dices...

Cuando ni siquiera nunca has podido saber lo que es sentir tranquilidad. Normalizaste lo que no era normal, y aguantaste cosas inaguantables, todo ello porque no te supiste valorar. 

Creciste a base de palos, pero no de esos que dejan moretones por fuera, sí, de esos que al tiempo casi no suelen dejar huella. No, querida mía, tocaron tu interior para destrozarlo y dejarte a ti misma el reto de resarcirte de haber perdido la guerra contra tu dignidad y tu amor propio. 

Y te conformas. 

Pero tranquila, algún día parará, algún día te dejará en paz. 

Tranquila, mi amor, que esto sólo te dejará destrozada, y con tantas heridas y frentes abiertos para el resto de tus días que sola no sabrás afrontar. Porque te han dejado herida, te han roto por completo, y más te desgastas haciendo creer a quienes te quieren que eres feliz y que de esta tú solita puedes salir. 

Tranquila, autoconvéncete, que esto (no) te va a doler. Claro, hasta que dejes de ver ese no encerrado en paréntesis y afrontes que no eres quien fuiste ayer.

Esa tú del pasado, esa que anhelas y pretendes creer que sigue aquí ya no está. Se ahogó por tantísimas veces que la consiguieron anular, que la mandaron a callar, que la desotorgaron por ser mujer de su derecho a opinar, que la siguieron, pegaron y agobiaron físicamente y en su mentalidad. Te ahogaron de tanta inseguridad que a veces te asfixias y no encuentras la salida, te culpas por alguien a quien te impusiste como "amor de tu vida", o a quien algún día llamaste amiga. Todo por conformismo, porque creíste merecer las migajas de la gente, creíste que era normal que te utilizaran en todos los sentidos de la palabra.

Tranquila, esto sí que te va a doler. Ahora que has visto lo que hay, te queda mucho camino por recomponer, quererte para dejarte querer, crecer con lo vivido y poder volver a florecer.

Amiga mía, ya no estás sola, te tienes a ti, y a quienes jamás te abandonan. No dejes que sea tarde, no dejes que nadie tenga el derecho de poder destrozarte. Empodérate, vive, ámate. 

Y tranquila, que eres lo que más vales.