5. Caminando entre casualidades

8 0 0
                                    

Sentía que mi telón se bajaba para no volver a subirse más, que ya la mala suerte conmigo estaba echada, que ya nada merecía la pena. Y con miles de heridas en mi piel, algunas doliendo más que otras, seguí adelante aunque ya no quisiera caminar con esa rapidez con la que un día lo hice. Pero conforme iba pasando el tiempo fui recuperando mis ganas de todo, aprendiendo que si la vida y las situaciones te obligaban a cerrar puertas para poder continuar y crecer, que era lo más conveniente.

Y caminé.

Esas heridas se convirtieron en cicatrices, en marcas de guerra que me recuerdan por dónde pasé y por dónde jamás, por suerte, volvería a pasar. Sabía que aquel porvenir que me esperaba no era por pura casualidad, bueno, ni sabía si ya estaba ahí.

Y un día, sin esperarlo: llegaste tú.

Apareciste cuando menos me lo esperaba, como un huracán interno revolucionaste todas mis emociones, mi pasión, mis sentimientos: solamente tú, ese bendito culpable de que volviera a creer en que se puede volver a amar, a creer en que puedes confiar de nuevo en alguien.
En que las casualidades no existen, en que si estabas ahí en ese momento de mi vida era porque ambos habíamos estado esperando el que iba a ser y sería por fin nuestro momento.

Tú, tan fortuito y, al mismo tiempo, tú, a veces tan previsible, pasional y transparente. A veces terco, pero aun con todo esto tan sumamente adictivo.

Tú, con todo lo que eres, con cada parte que te compone y con todo lo que quiero que siempre seas tanto en tu vida como en la mía.

Es mirarte y quedarme inmersa en la esperanza de tu mirada; es abrazarte y encontrar mi lugar y mi paz, es besarte y amarte y sentir que todo es mutuo, que mereció la pena la espera y que ni el 2 ni el 6 ya no son simples números en nuestras vidas, sino mucho más allá, y en el momento en que sonríes, es el motivo que me faltaba para justificar el porqué querría que el mundo se parara justo ahí: para seguir perdiéndome en ti y enamorándome de cada ápice de ti que encuentro conforme pasa el tiempo.

Y si de algo tengo que pedirte perdón es por llegar a amarte de esta forma tan inmensa e intensa. Por mil y una veces más. Infinitas.

Todo esto es sólo por ti. 

Cuestión de tiempoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें