Lena Luthor y Tú | Mi Misión

CAPÍTULO 13

Pov ______

Al estacionar el auto me adentro a la casa de Lillian, mi brutalidad al abrir la puerta hace que la ama de llaves de un brinco del susto. Tome camino hacía la sala con los pasos de la señora detrás mío, pero al llegar me di cuenta que no había nadie. Cansada de los llamados de aquella señora uso la velocidad sobrenatural que tenga yendo a su despacho.

-¡Qué carajo!- poso una mano en su pecho.

-¡Por qué no me dijiste que mi familia quiso condenar a éste planeta!- Lillian todavía mantenía su mano en su pecho haciendo que me desesperara- ¡Responde!

-De que hablas- se levantó caminando al mueble en donde tenía sus botellas de licor. Creo que tiene licor en cada habitación de esta casa.

-He conocido a alguien quién me ha dado la información sobre Myriad- al escuchar esto Lillian paró en seco cada uno de sus movimientos- ¿Es cierto que intentaron condenar a este planeta?

Me desesperaba por cada segundo que pasaba, mientras que Lillian servía vino en dos copas.

-¿Has observado bien a éste mundo ______?- su pregunta me resultó fuera del tema.

-¿Eso que tiene que ver con el tema?- ella rió para después entregarme la copa hasta la mitad de vino.

De repente se levantó de su puesto saliendo de su lugar de trabajo  y solo me quedo seguirla. Ninguna de las dos decía nada en el camino, el silencio nos consumía, pero la desesperación era algo que también me estaba consumiendo de a poco.

Nos adentramos a una pequeña habitación que estaba igualmente decorada por cuadros, un sofá y delante había un televisor. Lillian con su mano me guió a que me sentará en el sofá, para después ella tomar el control remoto encendiendo el televisor y seguidamente cambiar al canal de noticias.

-¿Ve eso, mi niña?- en el televisor se podía oír a una reportera dando la última noticia, la cual era un asesinato- ni siquiera tus queridos primos pueden frenar tanta maldad que abunda en éste mundo.

Cambió a otros canales de noticias, grabandome cada cosa que veía, cómo: robos, secuestros, homicidios, calentamiento global, conflicto entre países, conflicto entre la misma población, y muchas cosas más.

-Somos una plaga, cariño- Lillian apagó el televisor para después ponerse delante de mí- no importa cuantos quieran llegar a salvar éste podrido mundo- entendí perfectamente que esa referencia iba para los supers- la mayoría siempre hará lo que sea para volver mierda a éste mundo- llevé la copa de vino a mi boca la cuál no iba probado nada hasta ahora- tus padres junto al padre de Kara solo quisieron hacer lo mejor para esté maldito planeta, pero no, tus estupidos primos siempre arruinan todo. Éste planeta estaría libre de la peor especie que ha podido existir- mis ojos fueron a los sueños- se que pertenezco a está maldita especie, por desgracia, pero no cambiaría mi opinión de que deberíamos ser destruidos.

Bebió de su copa hasta no dejar ni una gota de vino para después verme fijamente con esa mirada fría tan típica de ella.

-Tus padres querían que esté mundo fuera mejor, seguramente hasta querían que fuera un mundo mejor para ti- mis visto se apartó de la suyo al oir eso, pero ella rápidamente tomó mi mentón haciendo que la volviera a ver- tus padres solo querían que todo fuera mejor. Pero adivina qué, tus primos acabaron con sus vidas. Tus padres junto a tu tío solo no querían que a nuestros planeta le pasará lo mismo que a Krypton- mi enojo volvió de solo pensar en la muerta de mi madre- si, cariño. Ellos son los que tienen la culpa, ellos acabaron con lo que más querías en está vida. Pero no te preocupes, ya que tenemos un plan o ¿no?...

Mis pensamientos estaban revueltos, pero de repente no me importo la especie humana, no me importaba los planes de mi familia con éste planeta, quizás Lillian tenía razón, mis padres solo quisieron hacer lo mejor. Nuevamente se insertó aquel chip en mi cabeza y era el de vengar a mis padres.