Luca

415 69 26
                                    

Uriel está blanco como una hoja.

Pero para la sorpresa de todos, no hace ningún amague para irse. Quizás sea porque planea desaparecer una vez que estemos dentro de la fiesta, lo cual sería muchísimo más discreto que salir corriendo ahora mismo. Pero Nina no va a dejarlo ir. Si nosotros estamos enojados con él por haber ocultado que conocía a Lola, créanme que ella no va a parar hasta que confiese todo en un ataque de llanto.

Así que Uriel no tiene escapatoria esta noche.

Ciro nos hace entrar al galpón a través de un pasillo un poco estrecho, por lo que debemos caminar en fila. Y a medida que avanzamos, se escucha cada vez más el ruido del interior. Entonces me pongo nervioso, porque cada paso me conduce a estar cada vez más cerca de la vida de Lola.

Y su mundo deja de ser una fantasía cuando Ciro nos abre paso a un amplio espacio de un solo ambiente, con un techo realmente alto y paredes grises; literalmente un galpón. Y me sorprende la cantidad de gente que hay. Es decir, no sé si siempre fue así, pero es increíble la multitud que convocó esta fiesta. Si esto es mérito del trabajo de Lola, entonces debo decir que como reina del narcotráfico hizo las cosas bastante bien.

Avanzamos entre la gente y miro de reojo a Uriel, que camina con la cabeza gacha y evita hacer contacto visual con cualquier persona que no seamos nosotros. Y ese es un comportamiento bastante sospechoso. ¿Está escondiéndose de alguien? Y si es así, entonces será porque cumplía un rol bastante importante en este lugar y no quiere ser reconocido.

Ciro nos ofrece tragos y los aceptamos a modo de pantalla, pero ninguno está dispuesto a beber esta noche. En primer lugar, nadie sabe qué pueden tener estas bebidas, sin importar que nos las haya dado Ciro. Aunque ahora que lo pienso, no sé por qué confío en él. En segundo lugar, este lugar no es el indicado para que nos agarremos una borrachera. Así que debemos estar lejos del alcohol.

Durante la primera hora tratamos de divertirnos y, de hecho, lo llevamos bastante bien. La música que suena es buena y nos anima a bailar, así que no debemos fingir esa parte. Pero es difícil dejarnos llevar, porque todos estamos conscientes de que estamos en una "misión", por así decirlo. Y de lo que pase esta noche depende nuestra investigación.

Lo más importante es que Uriel no se nos escapó. Nina baila agarrada de su mano y está en su mejor papel de novia cariñosa, así que dudo que pueda llegar muy lejos si se le ocurre algún motivo para irse. De todos modos, no lo veo con intenciones de escaparse. Baila y se ríe con nosotros, a pesar de que continúa un poco paranoico con respecto a ser reconocido. Y como si fuera poco, estuvo bebiendo y comienza a ponerse alegre. Así que creo que no sospecha de nosotros. Pero por las dudas no tenemos que bajar la guardia.

— ¿Vamos en busca de más bebidas? —me dice Ciro. Y sé que en realidad está usando un código para que podamos escaparnos e ir a investigar sobre la red de prostitución en la que, aparentemente, Lola estaba involucrada.

Así que usamos esa excusa para alejarnos del resto.

Ciro me dice que conoce a un chico al que podríamos preguntarle sobre ese asunto, pero que debemos ser cuidadosos con nuestras palabras porque cualquier error podría ponernos a todos en peligro. Eso no me anima en absoluto, pero sí me motiva a no decir estupideces y dejarlo hablar a él, que al parecer conoce el terreno mejor que nosotros.

A medida que siento que estamos más cerca de encontrar a ese conocido, los nervios aumentan en mi interior. Si ya es una locura estar dentro del imperio que Lola dirigía, saber que vamos a hablar con alguien que trabajó con ella hace que mis manos empiecen a sudar un poco. Porque ya no se trataría de alguien que la trató un instante y nada más, sino que es una persona que realmente la conoció. Pero Ciro dijo que no debo preguntar explícitamente por ella, porque eso podría meternos en problemas, así que tengo que controlarme.

Las notas de Lola | Malenavitale ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora