Una noche bajo las estrellas

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Los días pasaron con suma rapidez, y a pesar de tener mucho trabajo mí salud seguía sin ser la mejor; por lo que tome el consejo de Emily y decidí ir al médico. Allí me examinaron y me dijeron que los resultados estarían luego del fin de semana.

—¡Emily ayudame! —alli estaba yo, el fin de semana había echo su aparición y con el, mí cita con Max.

Decidimos cerrar la florería, ya que no quería cargarle la mano a Emily. Ella entró corriendo a mí habitación y se dio cuenta del problema por el que atravesaba

No encontraba que ponerme.

—Tengo lo ideal para ti —dijo saliendo de la habitación para entrar con un conjunto hermoso.

Contaba con un shorts negro suelto junto a una musculosa con el escudo del Ying y yan.

—Oh por dios, es bellísimo.

—Apuerate, Max no tarda en llegar.

Hice caso a lo que ella decía y me cambié lo más rápido que pude. Decidí hacerme tan solo una media cola y «Voila»

—Estas preciosa —opino Emily, haciendo un gesto de aprobación con sus manos. A los segundos se escucho el timbre del departamento.  —Ya llegó, suerte.

Le dediqué una sonrisa y salí a abrir la puerta, del otro lado se encontraba Max. Traía un pantalón negro con una remera blanca.

—Wow —susurro haciéndome sonrojar —Estas... Estás bellísima.

—Gracias, tu también estás muy apuesto

—¿Vamos?

Asentí cerrando detrás de mí la puerta; comenzamos a caminar hasta llegar afuera de edificio. El se apresuro a abrirne la puerta del auto, que por lo que me contó, se lo pidió a su cuñado, comenzó a andar hasta llegar a un restaurante bastante pintoresco

Max me trato cómo todo un caballero, siempre tratando de hacerme sentir cómoda y con él nunca se terminaban los temas de conversación. Hablamos de todo: nuestro sueños, nuestros miedos, nuestras fortalezas.

Al terminar la cena, salimos del restaurante, tomados de la mano; sintiéndonos plenos.

—Te quiero mostrar un lugar ¿Me acompañas? —dijo tomando mí mano.

Asentí, mientras subimos al auto, el comenzó a conducir hasta llegar a un lugar bastante alejado.

—¿Estas seguro de que no eres un asesino en serie, qué quiere matarme? —pregunte con gracia.

—¡Mierda!, me descubriste —dijo fingiendo estar nervioso

Solté una carcajada seguido por el. El se bajó a abrirme la puerta del auto; me tapó los ojos y me condujo hasta una parte del lugar. El al quitar la mano, pude ver la vista y era impresionante.

Desde el lugar en el que estábamos, se podía ver el cielo repleto de estrellas.

—Wow, es hermoso —susure atónita por la vista —¿Cómo conoces este lugar?

—Mi madre solía traerme de chico, ella sabía que yo era amante de las estrellas y siempre quiso apoyarme en mis sueños. —explico sentándose en el piso, por lo imite su acción.

—¿La extrañas, verdad?

—Cada segundo de mí vida; ella era más que mí mamá, era mí compañera, mí mejor amiga. Ella era todo lo que estaba bien en este mundo.

—Eso... Eso que dices es muy hermoso.

El me miró, parecía contemplar mí rostro, de un modo el especial.

—¿Sabes qué es lo hermoso? —pregunto sacando un mechón de mí rostro.

—No ¿Qué?

—Tu, tu eres hermosa y por eso me gustas Elo —dijo besándome.

Al principio; fue un beso tierno, cálido, pero a medida que avanzaba se volvió más demandante, y placentero. Ambos nos acostamos en el pasto; el se colocó de modo de que cuerpo quedó sobre el mío.

—¿Estas segura? —susurro besando mí mejilla

—Completamente, adelante.

El, tan solo me beso; fue repartiendo besos por todo mí cuerpo. A los pocos minutos, nuestra ropa comenzó a volverse incómoda, lentamente nos fuimos deshaciendo de ella, quedando completamente desnudos a la vista del otro.

—Eres completamente hermosa —murmuro besando mí cuello

Siguió con su rutina de besos, hasta detenerse en uno de mis pezones. Subciono, lamió y chupó todo a su gusto; mientras que yo me retorcía de placer debajo de el.

Cuando sentí que ya estaba lo suficiente mojada, le di la orden de que podía entrar en mí.

Al comenzar la penetración, sentía como si fuera el puto paraíso; cada vaivén que hacíamos era cómo tocar el cielo con las manos. Las estrellas fueron testigo de nuestra unión, en cuerpo y alma

Al terminar nos dejamos caer uno sobre el otro; con nuestra respiración irregular

—Eso fue... —comenzo él.

—Maravilloso —termine la oración por él

El me sonrió, mientras me observaba en silencio.

—¿Por qué no hacemos un pacto —dije viéndolo a los ojos.

—¿Un pacto?

Asentí

—Yo comienzo —dije poniéndome de costado.— En esta noche, aquí y ahora, te doy mí amor y mí corazón; porqué se, que no lo vas a romper.

Sonrió ante mis palabras.

—Esta noche, aquí y ahora, prometo mostrarte cada estrella que hay en el universo; y que algún día, nosotros dos seremos cómo esas estrellas, con nuestro amor resplandeciente y más fuerte que nunca»

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Al darnos cuenta de la hora que era, nos vestimos rápido y comenzamos nuestro recorrido hasta mí departamento.

Nos despedimos con un beso en los labios, y nos prometimos escribirnos

Entre al departamento, siendo recibida por Emily.

—Cuentamelo todo

Le conté todo, con lujo y detalle, desde el restaurante hasta nuestra unión bajo las estrellas.

—Oh por dios ¿Te entregaste a el?

Asentí con la cabeza, no podía hablar de la emoción.

—Voy a hiperventilar, dios Elo, estoy muy orgullosa de vos.

—Fue mágico, el me trató súper bien, fue un caballero.

—Me imagino, estoy tan feliz por ti.

Esa noche, fui a dormirme con una sonrisa en el rostro, sin saber que lo peor aún no comenzaba.

¿Sientes eso?

Soy yo, sintiendo mí alma volar

Mí cuerpo desvanecerse

Y  nuestra unión romperse

¿Me dejas amarte?✔️Where stories live. Discover now