Los besos no reviven a los muertos que aún no mueren.
Las rosas violetas en frascos de mayonesa no son eternas.
La locura está tan cerca de lo que crees, ¿el amor?, a la distancia de mil galaxias.
Sólo es cuestión de mirar al espejo y cometer de...
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Si está vivo es pez, si está muerto es pescado. Es como el gato: si está vivo es gato y si está muerto es cerdo agridulce.
Luis Álvaro
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12 de septiembre
Pequeño Owen:
Al abrir los ojos esta mañana, sabía que sería un buen día; lo fue, al menos en su mayoría, justo antes de que la tarde llegara.
Mamá preparó Hot Cakes en el desayuno, los cuales acompañé con mi dosis de veinte miligramos de Fluoxetina. No saben nada buenas estas condenadas pastillas con leche, tampoco debería probarlas: es sólo cuestión de ingerirlas, que pasen por tú esófago con el fin de terminar en los conductos sanguíneos, así mantenerte calmado, cuerdo e inmerso en cosas más importantes. El otro día mordí una, quería saber su sabor, son muy amargas y, evitaría volver hacerlo de nuevo. Mamá me regañó por ello, ya que le escupí en la cara, manchando con té su blusa nueva.
Muchas veces actuó extraño, no se los motivos. Parezco un niño pequeño con designios mal logrados y actitudes poco adecuadas. Para mis dieciocho, sigo siendo un tanto inmaduro, y es que no me canso de seguir haciendo cosas tontas como dormir con peluches y mirar caricaturas. No se lo cuento a muchos porque cualquier joven de mi edad debe de ser lo suficiente maduro; debe estar preparado para la vida futura; y tenga una lista con quinientas cosas que debe realizar antes de que llegue la tan desagradable muerte.
Son tonterías.
Difiero mucho con esas ideas; la muerte nos llega a todos, pero, planear tú vida es demasiado estresante, no sabrás si algún día ya no despertarás, y si es así, ¿Qué pasará con tus planes? Es obvio, desaparecen junto contigo.
Ambos sabemos que terminaré en él manicomio a finales de mis treinta, y estaré destinado a vestir de blanco todo el tiempo, rodeado con cientos de peluches en mi habitación; o podría terminar siendo político. Lo que suceda primero sé que no será bueno.
Los abrazos de mamá fueron el primer regalo del día; los aprecio tanto que si pudiera guardarlos en un frasco lo haría sin pensar. En cambio, me esperaba calcetines de parte de la tía Laura, la cual se encontraba en la cocina cuando fui a desayunar.
