Capítulo 10

734 132 180
                                    

Amo la simplicidad externa, que cobija una gran complicación interna

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Amo la simplicidad externa, que cobija una gran complicación interna.

René Lavand

°°°

31 de octubre

En este momento: Mis pensamientos.

Tantos días han pasado desde que Kale me miró y me invitó a esta tonta fiesta, y aunque quisiera dejarlo, no puedo simplemente darme la vuelta y desvestirme. Los chicos me han estado insistiendo en ir. Y aquí me tienes, parado frente al espejo, vestido con una túnica y una varita de resina, esperando a que ellos vengan a recogerme.

Siempre he dicho que me ves, que estás conmigo todo el tiempo, así que hoy no te escribiré luego de regresar de esto; te llevaré: verás y vivirás lo que veo en el momento en que lo hago. Estoy acostumbrado a escribirte cartas cada día, pero hoy no lo haré. Te subiré a mi bolsillo y te cargaré durante todo este trayecto; aunque me canse. Hoy estaremos juntos, a pesar de no estar aquí en carne propia.

Esto lo decidí hace días, pero creo que ya lo sabías; solo era cuestión de realizarlo. Ahora debes vestirte igual que yo, y actuar igual a mí. Sin interrupciones tontas Owen, sin hablar de más, sin hacerme quedar como un idiota como todos los días. Hoy no.

Mamá está hablando; porque la oigo desde aquí, y también distingo los zapateos por las escaleras, así que llegó la hora. Comencemos esto de una vez por todas. La puerta se está abriendo, y sé que son los chicos, espero que se vean tan ridículos como yo, porque no quiero ser el único avergonzado.

—¡Dios santísimo!, G ¿No estaba planeado ir del trío de oro? Tú estás vestido de Draco, ¡eso no se vale! —dice Stephen como si fuera real, si en realidad estuviera vestido así.

—Déjalo Stephen —está diciendo Lía. Es muy probable que se vayan a pelear por esto —, es obvio que está disfrazado de Dobby, ¿no notas que es un elfo libre por hoy?— dice después de pensar que le diría a Stephen que se callara o algo así; pero no lo es.

—Ambos son muy chistosos; unos comediantes —les estoy diciendo cruzándome de brazos —. Vámonos, ya es tarde.

Solo un ciego no entendería que somos ese trío de oro: yo, como Ron; Lía vestida de Hermione y por último, Stephen vestido de Harry; aunque sus anteojos sean cuadrados y no redondos.

Mamá nos espera en la sala de estar, y estoy seguro de que está demasiado feliz. Y no me equivoco, su sonrisa esta de hito a hito, casi le llegan a las orejas. En las manos tiene su teléfono celular listo para disparar miles de fotos, como cuando éramos niños y lo hacía cada que lográbamos hacerla reír con nuestras locuras.

—Júntense un poco chicos, quiero tomarles una foto —Sigue con la sonrisa—. Esto no sucede todos los días. ¡Mi pequeñito irá a una fiesta! —Ahora sus ojos se están llenando de lágrimas y eso me está poniendo aún más incómodo.

Besos sabor a FluoxetinaWhere stories live. Discover now