Capítulo 14

506 87 93
                                    

31 de diciembre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

31 de diciembre

En este momento: Mis pensamientos

La tía Laura no ha dejado de hablar en todo el día de hoy. No sé si lo hará en algún momento de la noche. Sólo espero que no hasta la cena, que con tanto esfuerzo se ha estado llevando mamá en preparar. Toda la casa huele a aceite y frutas rebosadas en almíbar, además del exótico perfume de yerbabuena de la tía Laura.

Estoy sentado en el sofá de la sala de estar contemplando el árbol de navidad, acompañado de una taza de chocolate caliente. Y es muy posible que haga esto hasta el año nuevo, el cual está a cinco horas de distancia de mí.

Voy vestido con la ropa que mamá me obligó a comprar hace una semanas, después de la cita con él doctor Torres. No es cómoda, te lo puedo asegurar. El blazer, que tiene un estampado que parece cortina de color negro, me aprieta en la espalda, a pesar de estar tan delgado. Estoy esperando a que de la media noche para quitármelo. Los jeans me quedan pequeños; hasta los tobillos, y me aprietan en la cintura. ¡Ya no los aguanto!

Y no te comento de mi ropa interior.

Dudo subir a mi habitación por miedo de los reproches de la tía Laura, ya sabes que es muy voluble. No me apetece ser sermoneado por ella ahora. Está hablando con mamá de no sé qué rayos con el año venidero y la poca esperanza de que sea mejor que este, así que ya sabrás como está la cosa por aquí.

-Este año estaremos hasta el cuello de deudas -le está diciendo a mamá. Su falda floreada cubre toda la silla en la que está sentada -. Me abstengo que nos vaya de la fregada. Fausto está planeando cambiar de trabajo. Posiblemente tendremos que mudarnos, Linda. No esperaba decírtelo para no preocuparte, no quiero que te sientas triste por ello.

Definitivamente esta noche está mejorando, Owen. Yo quería deshacerme de la tía Laura, pero esto es mucho mejor.

Mamá se está quedando callada, tal vez está buscando las palabras correctas para no parecer que esto le alegra tanto como a mí.

—Es muy repentino, Lu —Está fingiendo una cara triste. Lo sé. —Será difícil tenerte más lejos de lo que estás, pero si Fausto mejorará con ello, debes de darle la oportunidad —ahora la está abrazando, mientras que yo, no puede detener una gran sonrisa, a la vez que mamá me mira con cara severa —.Te extrañaré hermana.

—Yo también. Mucho. Y sin duda al que extrañaré más es a mi pequeño, Gregy —Se suelta de mi madre y me está mirando con cara triste. Yo, borro mi sonrisa de sopetón.

No sé cómo actuar ahora. ¿Debo de poner una cara de tristeza? Es que lo último que siento ahora es tristeza; y eso que yo soy tan triste como las películas adolecentes. Es muy probable que esté sintiéndome: «feliz». No, ya lo entendí. Estoy a gusto. Eso es, estoy a gusto con esta noticia.

No creo que esto me haga salir de mi mundo, pero... lo está logrando, Owen. Esta tan maldita buena noticia lo logró.

—Yo también lo haré tía.

Besos sabor a FluoxetinaWhere stories live. Discover now