Pequeño ladronzuelo.

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Capítulo 37: Pequeño ladronzuelo.

Al día siguiente, el sábado en la Pizzería Pascualini...

Percy le cuenta a Nico, Jason, Frank y Leo lo que Zack les había confesado el día anterior.

—Yo no recuerdo haberle hecho nada a Thalía —se defiende con rapidez Nico cuándo Jason lo mira fijamente—. En serio.

—Algo más pasó esa noche —dice Frank—. Tal vez si me fuera quedado un rato más en la cocina fuera sabido de qué hablaba Thalía.

—¿Saben qué? Iré a sacarle la verdad a Zack —decide Jason sacando su teléfono—. Este jueguito de averiguar por nosotros lo que pasó no me gusta nada. Si él sabe algo, es mejor que lo suelte.

Marca el número de Zack y lo coloca sobre la mesa en modo manos libres. Esperan varios tonos y... los envía al buzón de voz. Jason marca un par de veces más pero Zack no responde.

—Bueno ¿y en dónde se metió? —pregunta Jason frunciendo el ceño.

—Ahí —Leo señala a la entrada. A través de los ventanales de vidrio se ve claramente la figura de Zack pasando con Anais a su lado.

—Iré a hablar con él —Jason se levanta de un salto y casi derrama su malteada. Los otros lo observan marcharse.

—Ayer no debiste irte tan rápido —dice Leo mirando a Percy, dejando el tema de Zack de lado—. El director Bloom dio un anuncio de lo más curioso.

—¿Ah, sí? —lo mira con interés. El director no suele dar anuncios muy curiosos.

—El colegio ha organizado un baile de disfraces —explica Frank—. Pero debemos ir disfrazados con algo que concuerde con nuestro usuario en la pàgina del colegio.

—¿Qué? —los observa atónito ¿Qué puede llevar si se llama FreeBoy?

—Toda la escuela irá —dice Nico—. Incluso Thalía... —su mirada se vuelve más triste.

—Lo solucionarás todo con ella —lo anima Frank—. Solo espera. Seguramente Jason arreglará las cosas con Zack y le dará una gran explicación.

A las afueras de la Pizzería...

Jason tiene que correr para alcanzar a Zack y a Anais. Llama al chico y este se gira con el ceño fruncido, al verlo le sonríe de lado. Anais también mira a Jason, aunque con confusión.

—Tenemos que hablar —dice Jason, jadeante—. Es sobre Thalía y Nico —lanza una mirada a Anais—. Y prefiero que sea a solas.

Zack le sonríe a la pelinegra con disculpa y ella se va agitando la mano a modo de despedida.

—¿Thalía y Nico? —repite Zack cuándo la chica se ha alejado lo suficiente— ¿Otra vez con el tema de la fiesta? —su tono de voz es aburrido.

—Sabes algo —lo acusa Jason— ¿Qué le hizo Nico a mi hermana?

—¿Cómo voy a saberlo? —frunce el ceño.

—Le dijiste a Percy que lo sabías —le recuerda.

—No es así. Le dije que si le contaba no sería divertido, pero jamás dije que lo supiera realmente —se encoge en hombros—. La vida amorosa de tu hermanita no es algo que me interese saber.

—Estuviste sobrio toda la noche, e incluso la besaste —no puede evitar que su voz salga amarga—. Algo tienes que saber ¿de qué hablaban en la cocina Thalía y tú?

—Nico le hizo algo —levanta un hombro—. Es todo lo que me dijo. Yo estaba a punto de irme de la fiesta cuándo ella me interceptó para decirme que Nico le había roto el corazón.

—¿Que Nico hizo qué? —Jason abre sus ojos azules en exceso. Zack le da otra sonrisita.

—Esa noche ocurrieron muchas cosas ¿Qué es un corazón roto comparado con lo demás? —Zack retrocede un paso, dispuesto a irse.

—¿Qué quieres decir? —Jason le agarra la manga del abrigo. No se va a ir a ningún lado sin darle una respuesta.

—Nico no fue el único que hizo cosas malas —Zack sonríe con inocencia, pero sus ojos revelan un brillo que Jason jamás había visto: un brillo que anuncia misterio. Un brillo que anuncia que Zack tiene más secretos de lo que demuestra—. Solo debes hacer memoria, Jason ¿No recuerdas lo que pasó antes de la una de la mañana? Te daré una pista: al entrar a la casa, te encuentras con una pintura original de un pintor famoso —guiña un ojo antes de zafarse de su agarre e irse.

A Jason no le da tiempo de volverlo a agarrar.

¿Qué quiso decir Zack con todo eso?

Unas horas más tarde, en el departamento de Percy...

Frank, Jason, Nico, Leo y Percy se miran entre ellos, sin saber exactamente qué decir o qué hacer.

Jason ya les ha relatado su conversación con Zack y han decidido verse para descubrir qué pasó esa noche.

Nico frunce el ceño, pensativo. Frank y Leo se miran. Jason clava la vista en una pared pintada de azul. Percy observa su celular con la tentación de suplicarle a Zack respuestas.

—¡Tengo una idea! —dice Leo de repente. Nico lo mira arrugando aún más el ceño.

—¿Tú? ¿Una idea?

Leo lo fulmina con la mirada.

—¿Y si llamamos a Shannon? Ella quizá sepa lo que significa la pintura.

—Leo, eres brillante —lo elogia Jason buscando su teléfono.

—El gran Leo Valdéz siempre es brillante —dice Leo con la barbilla en alto, orgulloso.

Percy y Frank intercambian una mirada antes de reírse en voz baja.

—¿Hola? —la aguda voz de Shannon flota desde el celular de Jason, quién lo ha puesto en altavoz para que todos escuchen. Los cinco se inclinan más sobre el teléfono para oír mejor.

—¡Shannon! Soy Jason. Jason Grace —dice el rubio.

—Ya lo sé. Tengo tu número desde hace meses, ¿lo olvidaste? —la voz de la chica se vuelve irritada. Jason se apresura a cambiar el tema.

—La fiesta en tu casa fue espectacular, ¿no lo crees?

—Obvio, sí —dice Shannon—. Fue divertidísima, hasta que alguien robó la pintura que hay a la entrada de mi casa. Mis padres estuvieron furiosos, y aún lo están. No creo que vuelva a celebrarse otra fiesta en mi casa hasta que descubra a ese ladronzuelo.

Jason mira a sus amigos con los ojos bien abiertos.

—Eso es terrible ¿Y no sospechas de nadie?

—Uff, me sobran los sospechosos. Zack, incluido. Se fue demasiado temprano para mi gusto, podría haberse robado la pintura.

—Zack no es un ladrón —replica Percy de inmediato y Jason lo fulmina con la mirada por interrumpir.

—Si lo es o no, no es mi problema. Solo quiero la pintura de vuelta antes de... —Jason deja de escuchar lo que dice Shannon, empezando lentamente a comprender todo lo que le dijo Zack: "Nico no fue el único que hizo cosas malas. Solo debes hacer memoria, Jason ¿No recuerdas lo que pasó antes de la una de la mañana? Te daré una pista: al entrar a la casa, te encuentras con una pintura original de un pintor famoso". Jason apenas recuerda lo que pasó ese día, pero empieza a tener retazos de lo que sucedió: una pintura abstracta; una botella de whisky; un ático vacío...

¿Qué significaban todos aquellos recuerdos revueltos?

Un escalofrío invade a Jason, entendiendo lo que Zack le quiso decir.

—Lamento mucho que hayan robado tu pintura, veré que puedo hacer para ayudarte a recuperarla —cuelga la llamada, con la mirada perdida en el sofá frente a él.

—¿Qué sucede, Jason? —pregunta Percy, preocupado.

—Nico no fue el único que hizo cosas malas —recita las palabras de Zack antes de enfrentarse a la mirada de sus amigos. Traga saliva y admite lo que hizo—: Yo robé la pintura de Shannon.


Te quiero (Como te odio, Percy #1.5) ✔Where stories live. Discover now