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Mamá,

Cuando saqué el descapotable del camino, ni siquiera me había molestado en entrar antes de abrir el diario en la última carta. Se leía:

"Niall.

Su nombre se escapa de mi lengua de forma tan natural, cada vez que pienso en él, me imagino nuestro beso, tan pasional, tranquilo y dulce, pero no importa cuanto pienso que me gusta, no puedo.

Los días que estuve con él en la cafetería fueron muy relajantes; me sentí como yo otra vez. Por fin me sentí feliz, aunque fuera por solo una hora al día.

Pero no importa lo mucho que me gustó, por que no es justo para él que le guste yo cuando solo soy una suicida, un error inseguro y adolescente.

Tengo que irme antes de que esto vaya a más.

Adiós."

Mis ojos se inundaron de lágrimas cuando leí la entrada.

A ella le gustaba yo, y a mi me gustaba ella, pero ella no podía.

Cuando volví a leer la entrada, una frase destacó para mi:

"Por fin me sentí feliz, aunque fuera por solo una hora al día."

La hice feliz; ese era mi propósito cuando la vi. Me olvidé del trato que hice hace unos meses por que hablarle se convirtió en mi prioridad.

Esa frase significaba que era libre de irme.

Tan pronto como subía las escaleras, conté veinte pastillas en la palma de mi mano, y las deslicé en toda mi boca llena. Me sentí mareado poco a poco.

Adiós, mamá. Te veré pronto.

-Niall.

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Historia original de @reliefs, traducción de una servidora (@prettygreeneyed).

Decimoquinto capítulo de quince publicado. 

¡Espero que os guste!

Esto es todo. Espero que os haya gustado la historia, el final debía ser así chicas. No odieis a Angela por eso, ¿si? Muchísimas gracias a todas las personas que habéis votado, que habéis comentado y que me habéis animado en el mundo de la traducción. La siguiente es Jaws, de Zayn. Una vez más, gracias.