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Melissa

Al llegar a casa, su día continúo lo más normal y tranquilo posible. Melissa trabajando en su tarea, Beky también estaba en su mundo. Así llegó la noche, Melissa estaba cansada y aun le dolía un poco el brazo, así que decidió irse a dormir. Cuándo de momento en su teléfono entró una llamada de su madre. No quería contestar, pero sabía que tenía que hacerlo, pues la llevaba ignorando un día completo. Contestó la llamada.

Llamada: Ma<3

–Hola mamá– suspiró.

–Vaya, hasta que te dignas a contestar– sonaba un poco molesta –Te gusta ignorar a tu familia– terminó diciendo

–No es eso mamá, he estado ocupada con el proyecto final– dijo un poco cansada

–Te dije que estudiar eso no te llevaría a nada bueno, no es una carrera para chicas– agregó su madre.

–Mamá, ya hablamos de eso, me hace feliz y papá esta orgulloso de lo que estoy estudiando– se defendió, no quería comenzar una pelea.

–Tu padre está orgulloso por que es su sueño frustrado– Melissa volvió a suspirar

–Mamá– decidió cambiar de tema –¿Cómo estas?– preguntó.

–Muy bien, he estado tomando mi medicina y descansando como me lo pediste– contestó más animada.

–Gracias, solo quiero lo mejor para ti– sonrió, a pesar de todo, amaba a su Madre

–Pero no hablemos de mi, ¿Cómo ha estado Noah?– Cuestionó. Melissa dudó si contarle la verdad o no.

–Mamá, Noah y yo terminamos– soltó repentinamente.

–¿Qué?– se quejó –¿Qué hiciste para que te dejara?– Melissa estaba a nada de llorar

–Mamá yo terminé con el– contestó aguantando sus lágrimas

–¿Porqué hiciste eso? ¿Porqué no tenías tiempo para el?– su mamá comenzaba a desesperarla pero solo se quedaba callada –Te dije que esa carrera ocupaba mucho tiempo– no paraba de hablar –Además trabajas y de seguro lo descuidaste– de verdad Melissa no quería pelear –Y segurame por tu motocicleta el no pasaba por ti o te dejaba en tu casa…– la pelinegra interrumpió.

–Mamá, yo terminé con Noah por que me engaño– su mamá se quedó en silencio –Ahora, en verdad necesito dormir ya que he tenido un día muy duro y mañana puede que sea peor– suspiró al no escuchar a su madre – Te amo, salúdame a papá y a mis hermanos–

–Si, lo siento no se que me pasó, yo debí preguntar ¿Cómo estas?– terminó por preguntar su madre

–Estoy bien mamá, tranquila, hablamos mañana ¿Si?– insistió

–Claro, descansa, yo también te amo– colgó.

Fin de llamada

Melissa estaba agotada, con ganas de llorar por que su madre siempre pensaba lo peor de ella o suponía que todo lo malo era culpa de ella, dejó salir un par de lágrimas y apagó la luz, se recostó en su cama y cerró los ojos para escapar al mundo de los sueños.

El ruido del despertador comenzó a sonar aturdiendo a la pelinegra, era sábado, no tenía idea del por que la alarma estaba sonando, entraría a trabajar a las 9 a.m. y eran las 6:30 a.m.

–¡Melissa!– se escuchó la voz de Malory –¡Apaga tu maldito teléfono!– volvió a gritar –¡O te juro que lo aventare por la ventana!– agregó.

Te Necesito [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now