Capítulo Treinta y Uno

18.5K 1.7K 261
                                    


Intento saber más de los motivos por los que Oriol quiere que vaya a Barcelona, porque no entiendo a qué viene su mensaje y más con tanta prisa, pero no me lo dice de forma clara, es evasivo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Intento saber más de los motivos por los que Oriol quiere que vaya a Barcelona, porque no entiendo a qué viene su mensaje y más con tanta prisa, pero no me lo dice de forma clara, es evasivo.

Según sus propias palabras, tengo que ir a Barcelona, y hacerlo cuanto antes, no puedo tardar unos días porque va a ser peor y me voy a arrepentir, lo que hace que me preocupe aún más de lo que estoy.

¿Por qué me voy a arrepentir? ¿Qué es lo que le está pasando?

No depende de mí poder ir a Barcelona con rapidez, hay muchos factores que influyen en ello, como mi trabajo, aunque no creo que siga mucho tiempo ahí, no cuando Sebastian sigue muy insistente en que monte mi propio bufete de abogados con el dinero que tengo y el que él me da si me hace falta y la idea cada vez me es más atractiva. Ser mi propio jefe me daría mucha más libertad para viajar, sin tener que depender de si me dan permiso o no, cuadrar los horarios o trabajar en cosas que me interesen de verdad. También el poder ir depende de si hay vueltos disponibles de un día para otro, lo que a veces no ocurre.

No me importa pagar más, solo encontrarlos, y por suerte hay uno libre casi de madrugada, lo que me hará llegar a Barcelona sobre las cinco de la mañana aproximadamente. Me da igual el horario, es lo que menos me preocupa en este momento, lo compro con rapidez y empiezo a preparar todo para el viaje.

No sé cuánto tiempo voy a pasar en Barcelona, pero preparo un equipaje que tenga lo suficiente para unos días, hablo con mi jefe por si hay algún problema con que me vaya, aunque lo dudo al poder trabajar de forma telemática, y le mando un mensaje a Sebastian para avisarle y pedirle un favor.

¿Cómo que necesitas que cuidemos de tu perro? —Sebastian no se anda en medias tintas, en lugar de responderme el mensaje, me llama. Típico de él, es más que capaz de haber dejado de hacer algo importante para hablar conmigo—. ¿Ha pasado algo?

—Tengo que ir a Barcelona lo más pronto que pueda.

¿Mireia está bien? —Se le nota preocupado, puede que no la conozca mucho, porque él desde que empecé a salir con ella, incluso cuando no éramos pareja, había estado muy ocupado ya fuese con los preparativos de la boda o ya con sus labores como príncipe, pero le tiene cariño.

Según sus palabras, si a mí me hace feliz, él la aprueba, que eso es lo único que necesita saber para que le caiga bien.

—No lo sé —admito y no oculto que estoy inquieto. No puede verme, pero estoy yendo de un lado a otro de—. Ha sido Oriol el que me ha dicho que vaya y no me ha contado mucho más.

¿Has encontrado vuelo? —pregunta de inmediato—. Si no es así, puedo intentar hablar con...

Aunque ya no tenga un jet propio, porque cuando dejó su carrera como cantante vendió muchas de sus propiedades que ya no le servirían de nada, como el avión que usábamos para viajar, sigue teniendo muchas amistades importantes que podrían facilitarme el viaje o dejarnos uno privado. Y si no es él, es más que capaz de intentar convencer a Lena para ayudarme en ese sentido y que mueva sus contactos para que pueda volar a Barcelona cuanto antes.

La verdad tras su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora