Capítulo Cinco

41.5K 3.2K 684
                                    


Neus no deja de molestarme mientras acabamos de comer

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Neus no deja de molestarme mientras acabamos de comer. Es incapaz de callarse y menciona varias veces lo que acaba de ocurrir y en la forma en la que el amigo del futuro príncipe ha estado pendiente de mí.

Está emocionada y se le nota, no se esperaba que nos ocurriese algo así, aunque si soy sincera, yo tampoco. No es que sea muy común tener que salvarle la vida a gente que no conozco en mis vacaciones, ni tampoco es que me apetezca.

Como la conozco, y sé que va a seguir así durante un largo tiempo, pido la cuenta de forma rápida para macharnos lo antes posible.

Si no lo hago, es más que posible que se haga notar de nuevo y volvamos a encontrarnos con ellos dos.

—Eres una aburrida cuando quieres —protesta Neus una vez que estamos en la calle—. Si quisieras, James te habría dado su número. No tengo dudas. Es más, ¿por qué no volvemos a pedírselo?

—Tú misma lo has dicho, si quisiera —remarco y le guiño un ojo para que vea que no le doy importancia—, pero no quiero.

—¿Cómo que no? —pregunta, incrédula—. ¡Es James Watson!

—Como si fuera el príncipe... —Ella pone los ojos en blanco con mi pequeña broma, no le hace gracia, pero a mí mucha—. No hay para tanto.

—A veces me sorprende tu capacidad para no alterarte por cosas así —comenta muy seria—. ¿Segura que no te interesa? Sé que no lo conoces ni sabes nada de él, pero guapo es un rato...

Sí, eso no lo voy a negar, me ha parecido muy atractivo. Me he dado cuenta de ello cuando no dejaba de mirarme, había estado muy pendiente de mí, lo que había vuelto la situación un tanto extraña. Había sido hasta un poco incómoda, por lo que había acabado haciendo lo mismo, observarlo fijándome en lo que no decían sus palabras y en lo que revelaban sus gestos.

Eso sí, lo que más me ha llamado la atención de James son sus ojos; de un azul precioso, casi resplandeciente e irreal.

Su mirada es atrapante.

—La belleza no lo es todo, Neus —niego con una sonrisa—. Sabes que no es lo que busco en un hombre, que solo es un complemento.

—Sí, ya, pero será que Oriol es feo... —comenta con rapidez y me guiña un ojo, adora mencionarlo para chincharme—. Te sientes atraída por los hombres guapos.

—¿Y quién no? —rebato—. Es lo más normal cuando la testosterona, estrógenos y la progesterona entran en acción. Y si ya hay contacto físico de algún modo la oxitocina⁴ te nubla la razón y...

—Odio tus tecnicismos —me interrumpe—. Nunca entiendo nada. Habla en un idioma que entienda.

—Son hormonas, te he explicado muchas veces lo que hacen y provocan, pero nunca me escuchas.

Con el paso de los años he aprendido que no es que no me escuche, siempre lo hace, es solo que le gusta hacerse notar de ese modo, reconozco que he sido bastante pesada con algunos temas y nunca se ha quejado.

La verdad tras su sonrisaWhere stories live. Discover now