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La decisión

-Changbin, despierta -abrí los ojos con lentitud, como si la poca luz que había en mi habitación me hiciera daño

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-Changbin, despierta -abrí los ojos con lentitud, como si la poca luz que había en mi habitación me hiciera daño. Yeji estaba a mi lado apartando algunos mechones de cabello de mi rostro, se veía preocupada. Recordé la emoción con la que me despertó ayer de inmediato sentí una punzada en mi pecho. Ahora estaba comprometido. Aún no me colocaba el anillo de compromiso, pero podía sentir un peso más en el dedo en el que estaría. Me senté y le dediqué una mirada tranquilizadora a Yeji, ella no debía saber sobre esto, tenía que creer que me casaría con Felix por amor.

-¿Qué pasa, enana? -le pregunté sonriendo. Esto me estaba destrozando.

-Son las dos de la tarde... -me dijo, mordiéndose el labio.. Había olvidado que hoy saldría con los demás al parque de diversiones. Me puse de pie y me di cuenta de que Yeji ya estaba vestida. Me dejó solo para que pudiera cambiarme, aunque su presencia no me molestaba ni me avergonzaba. Cuando acabé de abrocharme el último botón de mi abrigo, miré con odio la cajita donde dormía el anillo. Estaba sobre mi escritorio y parecía iluminado por el cielo. Lo abrí y sin pensarlo dos veces para no arrepentirme, me coloque el anillo. Lo contemplé unos minutos hasta que Yeji tocó la puerta para avisarme que mis amigos me esperaban abajo listos para irse. Mis amigos. ¿Cómo reaccionarían antes la noticia? ¿Qué pensarían de Felix si conocieran la verdad? Comencé a sentir lástima de mi mismo, me había rendido ante el matrimonio incluso antes de luchar. ¿Tan débil me consideraba Felix? Una nueva oleada de ira me arrancó un gruñido de la garganta. No. No le haría las cosas tan fáciles. Si quería casarse conmigo no opondría resistencia, pero no por eso me convertiría en el esposo perfecto.

-Ya voy -le grité a Yeji. Yo no estaba acostumbrabo a llevar maquillaje, aunque tenía algunas cosas que me regalaban. Me arreglé lo más que pude y peiné mi cabello hasta que quedó completamente liso. Era desagradable ver mi reflejo en el espejo y no recordarme, pero si Felix deseaba guerra, eso obtendría.
-¡Ya estoy aquí! -exclamé con falsa alegría cuando bajé las escaleras. Minho y BangChan me abrazaron al mismo tiempo para saludar y me regañaron por quedarme dormido.

-Eres un holgazan -me dijo BangChan. Los tres reímos y entonces, los vi.

Salían de la cocina, cada uno con un trozo del pastel de cumpleaños de anoche en las manos. Seungmin tenía la mitad del rostro cubierto de chocolate e intentaba manchar a Jisung, quien se alejaba y estiraba lo más que podía de las manos sucias de Seungmin.

-¡Chiquitín! -gritó Seungmin en cuanto me vio y corrió a darme un gran abrazo. Esta vez la felicidad fue verdadera, mis mejores amigos estaban a mi lado en ese momento y eso era justo lo que necesitaba para reunir la fuerza para enfrentarme a Felix.

-Mira que bonito estás, seguro a que ya tienes novio -dijo Seungmin.

-No lo acoses tanto -me defendió Jisung. Me abrazó de la cintura y me dedicó una ancha sonrisa que me calmó, al menos mis amigos me apoyaban. Noté la mirada de Minho sobre nosotros e intenté despegarme de Jisung, yo sabía que a mi amigo le gustaba y no quería problemas con él también.

𝑀𝒶𝓇𝓇𝓎 𝑀𝑒 || 𝐿𝒾𝓍𝒷𝒾𝓃 /𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝓁𝒾𝓍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora