29

1.1K 51 4
                                    

Julieta | Dejar que todo fluya.


Los sábados y domingos eran mis días favoritas sin dudas,pero últimamente hace semanas eso no ocurria para nada.
Estuvimos aproximadamente dos semanas distanciados con Julián por unos malos entendidos por parte de ambos o quizás por parte de él.

Nunca en mi vida había presenciado frente a él esa escena tan innecesaria que no tenía sentido,Gonzalo era el preparador físico de todas nosotras no solo mio.
Finalmente después de eso el preparador había tomado la decisión de aceptar su nueva propuesta partiendo para otro país.

Lo entendía a mi novio a la perfección por esa escena porque si yo estaba en su lugar haría exactamente lo mismo o quizás lograría hablarlo.

Por otra parte después de esa pelea absurda tuve que mudarme al departamento de mi mejor amiga, porque claramente mi contrato había terminado tal cual lo habíamos acordado con el dueño apenas vine a  vivir a Buenos Aires.
Recuerdo que esa misma tarde de mudanza tenía ganas de ir con Julián para que pueda ayudarme con la misma pero al recordar su enojo no hice nada y me mude tranquila.

Una semana después de tanto debatir y con la presión por parte de Victoria había decidido en ir a la casa de mi novio para poder aclarar esta situación.
Lo extrañaba tanto que había sido una semana muy larga sin su compañía.
Esa misma noche no había nadie en su departamento,así que me senté tranquilamente a esperarlo y así fue.

Me había quedado dormida profundamente hasta que él se digno a aparecer en su casa,había salido a comer solo según lo que me había dicho el hombre que trabaja en la recepción del edificio.
Una vez que habiamos entrado a su departamento hablamos como personas adultas sobre nuestra situación y también nos habíamos reconciliado de la mejor manera posible.

Sin dudas había extrañado a mi novio.

La semana había empezado y nuevamente estaba usurpando el departamento de mi amiga,lo cual hacía que ni ella misma pueda tener su propia intimidad con su novio o su privacidad para hacer lo que ella quisiera.
Mientras me bañaba tenía dando vueltas en mi cabeza la propuesta de mi novio de hace dos días,la idea de vivir juntos estaba pensada para en un futuro y no ahora porque me encontraba sin departamento hasta que encuentre el adecuado.

Según él lo ideal era estar juntos y seguir conociéndonos lo que nos faltaba para nuestra relación,lo conocía a la perfección como él a mi.
Pero conociendo a mi novio no iba a dejar de insistir hasta que me instale con él en su casa,obviamente si aceptaba la propuesta íbamos a poner algunas condiciones más que nada para ayudarlo con el tema del alquiler y todo eso.

La casa de mi amiga estaba en un completo silencio hasta que el timbre sonó indicando que una visita estaba del otro lado de la puerta,ella no estaba porque había salido con su novio a merendar así que por lo tanto estaba sola hasta que pueda ir a la casa de mi novio para ir a hacerle compañía.

La visita que se encontraba del otro lado de la puerta estaba más ansioso que yo buscando las llaves,mi amiga me dio una copia apenas hice la mudanza pero en estos momentos no la encontraba en ningún lado,en la mesa ratona no estaba y colgada en el llavero tampoco.
Anoche había ido a la heladeria por un cuarto de helado así que tenía que estar en el bolsillo de la campera si o si.

Cuando encontré las llaves,el timbre había dejado de sonar así que calculaba que la visita que estuvo esperando por media hora se fue,pero no,el timbre nuevamente sono indicando a que le abra.

¿Amigos? | Julián AlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora