el disco de oasis. ||

III.

Llegué junto con el grupo después de haber estado teletrabajando aquel día, los demás habían quedado para pasar la tarde en el lago. Desde la fiesta en la Cameron no había vuelto a verles y ya llegaban de nuevo unos días de descanso.

—¡Por fin! —gritó Dean cuando me vio llegar junto a él.

—¿Me has echado de menos? —bromeé y asintió mientras se levantaba a darme un beso en la frente.

—Hola —observé como Harry me levantaba la cabeza en un gesto de saludo. No había vuelto a hablar con él después de ese intercambio de confesiones en el jardín de la casa de Cameron.

—¿Y bien? ¿Cómo habéis estado estos días? ¿Alguna novedad? —pronuncié sentándome junto a Ronnie que apoyó su cabeza en mi hombro.

—¿Crees que habría alguna novedad y no te habrías enterado por los bocazas de Ronnie o de Matt? —Dean pronunció gracioso y Ronnie le lanzó una de las latas de cerveza de la nevera portable. —¡Eh, a ver ahora quien se bebe eso!

—Cierra el pico, Scott —ordenó Ronnie y reí.

—¿Y la lista? ¿No has vuelto a avanzar? —me dirigí a Harry que se encogió de hombros.

—No tiene gracia si no estáis todos para ver como os cierro la boca —a pesar de su respuesta cínica, no me miró, sino que sacó el papel arrugado de sus pantalones.

"Siete pasos hasta el disco de Oasis"

1. Brenda Morrison

2. Chelsea Smith

3. Clarice Wilson

4. Gwen Thomas

5. Heather Mayer

6. Rebeca Becket

7. Vanesa Martin"

Le enseñó la lista extendida a Ronnie, restregándole que llevada dos de dos, y recibió un corte de mangas de la rubia.

—¿Y quién será la siguiente presa? —quiso saber Matt.

—La siguiente pobre chica que tendrá que volver a aguantarte después de tanto tiempo sin saber de ti —añadió Dean llevándose una mirada recriminatoria del rizado.

—He pensado en Chelsea —dijo Harry observando la lista.

—Vaya, ¿quieres ir a por una difícil? —dijo Dean con curiosidad, frotándose las palmas de las manos con anticipación. 

—Ya sabes que me gustan los retos —Harry volvió a levantar la mirada del papel para guiñarle el ojo a su amigo. Chelsea Smith había sido novia de Harry durante dos años de facultad, y a pesar de que para ella, Harry había sido el hombre de su vida, su historia de amor acabó con Chelsea destrozándole el coche a Harry cuando se enteró de que no le había sido fiel ni tan siquiera dos meses seguidos de relación. Y lo cierto es que todos presenciamos de lejos esa escena de caos en la que Harry intentaba acercarse desesperado a Chelsea para evitar que destrozase su querido coche. No podría decir que no me dio pena, pero realmente se lo merecía.

—¿Y qué es de ella ahora? —quiso saber Cameron.

—Modelo. —A ninguno nos sorprendió. —Y he visto por las redes que ha vuelto como siempre a Macclesfield a pasar las vacaciones. —Silencio. —¿A quién le apetece visitar ese pueblucho?