el disco de oasis. ||

VI.

Sostuve la tercera copa de champán de la noche mientras charlaba animadamente con Cameron y Dean. Matthew se encontraba hablando con Harry y Ronnie iba y venía cada vez que la gente se lo permitía, pues cada dos segundos había alguien que se acercaba a ella tras enterarse de que era la artista. 

—Chelsea está caminando hacia aquí —Cameron dijo y observé como su mirada se encontraba encima de mi hombro, me giré y observé como tenía razón, un sonriente Chelsea se acercaba contoneando las caderas hacia nosotros. 

—Buenas noches, chicos —pronunció cuando llegó al círculo y todos respondimos con el mismo saludo, vi como Dean fruncía el ceño, incitándola a manifestar sus intenciones. —Me gustaría hablar contigo, Maddie. —Y en ese momento casi escupo el champán que tenía en la boca, inconscientemente miré tanto a Dean como a Cameron, mientras el rubio se encontraba aún con el ceño fruncido, como si quisiera que le asegurase con mi mirada que estaba bien que me dejase allí con Chelsea, Cameron parecía estar a punto de estallar en una carcajada ante lo surrealista que debía parecerle la situación. 

—Sí, claro —cedí después de un intenso e incómodo minuto de silencio, los chicos se marcharon dejándonos solas y la mirada de Chelsea volvió a mí. 

—Yo... quería disculparme por lo que te dije aquella noche en Macclesfield. Estaba enfadada, hacía años que no veía a Harry y volver a verle y a todos en general, es como si me hubiese transportado a la universidad de nuevo, sé que no te merecías las palabras, por mucho que me doliese, estabas protegiendo a tu amigo. —Parpadeé varias veces antes de volver a hablar. 

—Está bien, Chelsea, no te disculpes, entiendo tu dolor y tus palabras, no te preocupes. 

—Pero quiero hacerlo —dio un paso hasta mí, tocándome el brazo y no pude evitar fruncir el ceño. —Si estoy intentando perdonar a Harry, sería muy injusto que mantuviese mi enfado contigo, con vosotros. —Y ahí lo entendí, Chelsea decía que estaba "intentando" perdonar a Harry, pero aparecer en la fiesta de su padre sin que él se lo hubiese mencionado, querer hacer las paces con su grupo de amigos... Chelsea ya le había perdonado, y no pude evitar sentir pena por ella recordando las palabras de Harry aquella noche, donde nos volvió a resaltar que aquello no era más que una competición y que Chelsea no era más que eso, un escalón que le llevaría más cerca del disco de Oasis. 

—No hay nada que perdonar, Chelsea, todo está bien —le hice saber, queriendo evitar que continuase pidiéndome perdón y haciéndome sentir peor de lo que ya me sentía por estar siquiera dejando que pensara que lo que fuese que estuviera pasando entre Harry y ella era real—. Yo soy la que lo siente por haberme callado, no te lo merecías. —Me sonrió de vuelta sinceramente y una punzada de culpa volvió a retorcerme el estómago.  

—Gracias —contestó, y supe que su sonrisa era honesta, no pudiendo evitar sentirme peor. —Luego nos vemos, Maddie, que tengas buena noche —dio por finalizada nuestra conversación y caminó hasta Matt y Harry mientras Cameron y Dean regresaban junto a mí. 

—¿Qué se supone que ha sido eso? —Dean inquirió y negué con la mirada. 

—Eso ha sido Harry consiguiendo el perdón de Chelsea para después volver a romperle el corazón —pesadamente respondí y Cameron rio por lo bajo. 

—Ese hijo de puta nunca pierde en este juego —Dean murmuró entre dientes. Observé como Matt se separaba de ellos cuando la conversación entre Chelsea y Harry empezó, caminando hasta nosotros. 

—Parece que alguien va a tachar un nombre más de lista. 

—Eso no está bien, ella está volviendo a caer por él. 

—Ese ya no es asunto de Harry, eso no afecta al trato que hizo con Ronnie —Cameron pronunció y le miré con reproche. 

—Olvídate del disco de Oasis por un segundo. Esto no está bien —volví a repetir. —Harry tiene que ser claro con ella, porque esa chica está volviendo a poner los ojos de cordero cuando le mira.