Capitulo 5.

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Cinco dias pasaron desde que Jay me ha enseñado a surfear, no he sabido nada de él.

Y se ha estado volviendo loca.

¡Mentira!

Esta tarde iba a verme con Layne, y, sutilmente iba a preguntar por él. No sabía si hacerlo por varios motivos, y uno de ellos era que Layne piense que estoy interesada en él.

Mi móvil comenzó a sonar, y, como por arte de magia; era Layne.

—¡Hola, hola desconocida! —saludaba felizmente ella.

—Hola, Layne —la salude.

—¡Hace siglos no nos vemos! —lloraba dramáticamente.

—Tienes razón, estoy empezando a olvidar tu rostro —reí ligeramente.

—Yo estoy empezando a olvidar tu voz—decia drámaticamente—¿vendrás esta noche a la fogata?

—¡Vamos, dime que si! —casi la veo haciendo puchero.

—No lo sé..mi tía salió con unos compañeros de trabajo y no tengo quien me lleve — dije con voz dramatica.

Y no tiene a su uber personal.

Tú cállate.

—Tú no te preocupes, estate lista para eso de las ocho.—sonó como un angelito caído del cielo.

Y todos sabemos que cuando Layne se oye asi no puede significar nada bueno.

—Pero..— no me dejo decir nada más y colgo.

Bien, iremos a esa fogata.

Si tú dices..

Dos horas más tarde ahí estaba, esperando que un desconocido pase por mí fuera de la casa, se estaba haciendo parte de la rutina que desconocidos pasen por mí, ahora que lo pienso. Milo, como siempre, estaba acompañandome en la entrada.

Sin embargo cuando el tal "desconocido" estacionó frente a mí, supe enseguida que no era ningún desconocido.

—Hola, castaña —sonrió de lado, abriendo la puerta del coche.

—Hola, uber desconocido —sonreí. Me di vuelta y acaricie a Milo, él rápidamente lamio mis manos. Entro a la casa y yo subí al coche.

—¿Me extrañaste? a que sí—bromeo una vez que estuvimos ambos sentados.

—Quisieras.

—Yo sé que si —aceleró —estos días no estuve en la ciudad, acompañe a mi madre a una exposición de cine. No te he podido llamar porque el móvil no me anda — explicó

¿Acaba de..?

Si, lo ha hecho.

¡Me ha dado explicaciones!

—Oh, este.. no pasa nada, no me debes explicaciones, quiero decir..ehh.. tú entiendes

—Jane, no pasa nada. Merecías una explicación — sonrío —además, somos novios¿no te acuerdas? — me miró soltando una risita.

—Oh, claro claro. Somos la pareja del año — reí mientras estacionabamos.

—Pues claro —dijo dignamente mientras apagaba el auto. —Bien, hemos llegado. Son doscientos euros— bromeó,estirando su mano.

—Te puedo ofrecer amor, es suficiente paga para ti.

—A esa opción jamás diré que no.

—idiota. Vamos — baje del coche y me encamine hacia dónde estaban Layne y los demás.

Noches de veranoWhere stories live. Discover now