Pareja de oro-RAGONEY

10. 2018/2019-Raoul

2018/2019. Raoul

Os recomendaría escuchar Un ganador, del narrador de este capítulo en la escena de los premios

A pesar de ser otoño, recuerdo aquellos primeros meses de relación como la más cálida primavera. Por una vez, parecía que las cosas me estaban saliendo a pedir de boca: empecé a rodar «Pray» no mucho después de que me dieran oficialmente el papel, ya iniciado octubre, y por primera vez sentía que estaba haciendo algo de lo que poder sentirme orgulloso.

Para mejorar todavía más las cosas, el resto de los actores eran bastante majos, lo que me hacía sentir todavía más cómodo.

Junto al ámbito laboral, estaba Agoney. Si creía que le conocía bien cuando solo nos liábamos, demostró ser mucho más atento y tierno en cuanto empezamos a salir de forma oficial. Mantuvimos la tradición de quedar después de los intensos días de rodaje y, ahora que no teníamos que fingir que solo nos interesaba el sexo, a veces nos convertíamos en un matrimonio que ponía una serie de fondo mientras se relajaba en el sofá.

Cuando apenas llevaba un par de días de grabación, me sorprendió apareciendo en el estudio. Como era habitual, ya estaba rodeado de gente que trabajaba allí queriendo rascar una foto, o seguidores, o un trabajo.

—Hey... —Caminé hacia él con aplomo. Aunque el secreto profesional era la base de nuestra profesión, no sabía hasta qué punto podía exponerme—. ¿Y eso que estás aquí?

—Siempre te cuelas tú en mis rodajes. —Me alcanzó, dejando atrás a un montón de gente sin pestañear—. He pensado en hacerte el favor de vez en cuando. ¿O es que no puedo ahora visitar a mi novio?

—Íbamos a vernos esta noche, ¿no? —murmuré.

—Por favor, es la vitamina de mi vida. —Puso un puchero que me moría por besar—. Este finde tenemos dos premieres a las que quieren que vayamos y como eso va a ser agotador, no me he cargado mucho el horario de grabaciones.

—¿Te dejan elegir tu propio horario? —Abrí los ojos con fuerza.

—Ajustarlo —aclaró— por si tengo otros compromisos. No sé de qué te sorprendes, fue lo que hicimos para el Festival de Málaga.

—Ya, pero ahí casi todo se paró un poco...

—Supongo que ser yo tiene alguna ventaja. ¿Estás cambiado ya? —Cambió de tema sin pestañear, echándome un vistazo.

—Eh..., sí, es ropa bastante cotidiana salvo en algunos puntos. Acabo de salir de maquillaje, así que nos vamos ya.

—Muero de ganas de verte. —Se colgó de mi brazo sin pensarlo mucho—. No te pongas tan tenso que no te estoy haciendo el amor en público, chico, solo es ir del brazo.

—Lo siento, es que como no hemos hablado de esto...

—Cuando no tengamos una semana de locos lo hablaremos —prometió, y me obligué a creerlo un rato más.

La directora me llamó para repasar un par de cosas sobre la escena, así que Agoney se quedó atrás, hablando con un tipo que aseguraba que su hija era su mayor fan y que quería ser actriz por él.

Ese día tenía bastantes cosas programadas, así que venir había sido una buena decisión.

Tras unas primeras escenas, todas con el grupo de personajes que formaban el resto de los novicios, tocaba una en la sala de música. Cuando puse en mi currículum que sabía tocar el piano, no pensé que fuera a importarle a mucha gente, puesto que en general siempre se hace playback en esas escenas, por eso me sorprendí al comprobar que fue un plus para que me escogieran.