𝖪𝗇𝗒: 𝖢𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗋𝖾𝗌 𝖷 𝖫𝖾𝖼𝗍𝗈𝗋𝖺 【+𝟣𝟪】

𝖸𝗈𝗋𝗂𝗂𝖼𝗁𝗂 🌞

𝖸𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗍𝖺𝗇𝗍𝗈 𝗊𝗎𝖾𝗋𝗂́𝖺𝗇 𝖽𝖾 𝖸𝗈𝗋𝗂𝗂𝖼𝗁𝗂, 𝖺𝗊𝗎𝗂́ 𝗎𝗇𝗈 𝖽𝖾 𝗉𝖺𝗉𝗂 𝖸𝗈𝗋𝗂𝗂𝖼𝗁𝗂 😻
ミミ◦❧◦°˚°◦.¸¸◦°´*•.¸♡ 🌞 ♡¸.•*´°◦¸¸.◦°˚°◦☙◦彡彡

Estuviste desempleada un largo tiempo y tenías cuentas pendientes, saliste para buscar trabajo y accidentalmente alguien te choco y te caiste en un charco.

El joven dejo las cajas a un lado para ayudarte, te sonrojaste a notar lo atractivo que era. Te ofreció ayuda y te dejo quedarte en su tienda un rato hasta que estuvieras mejor, era dueño que una tienda de plantas al igual que era una cafetería.

Te pregunto que podía hacer para recompensar te  por lo del accidente, y lo primero que sugeriste es que te contraté, el no lo dudo y acepto.

Te enseño a usar las máquinas para el café al igual que te mostró el jardín donde cuidaba de sus platas, y todo ese tiempo que pasaron junto, hizo que desarrollaras sentimientos por el.

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Terminas de atender un cliente, guardaste el dinero y limpiaste la mesada, Yoriichi estaba en el jardín regando y quitando las malas hierbas. Otro cliente llegó y no se veía de buenas.

──Muy buenos días señor, ¿Que le gustaría pedir?── preguntaste mientras sonreías amablemente.

──Tráeme un café── respondió y tomo el periódico ──y no tardes──.

──Claro señor, ¿Lo quiere frío o caliente, con azúcar o sin azúcar?── chasqueo la lengua y te miro con el ceño fruncido.

──Cómo sea, pero tráeme un maldito café ahora, apúrate── tu sonrisa se desapareció y asentiste.

Te dirigiste a la máquina y buscaste una taza, esperaste que el café se haga y una vez que estuvo listo solo le pusiste un sobre de azúcar y le pusiste otros tres en el plato para que le aumentará.

──Aquí tiene señor── le dejaste el café y volviste para limpiar la mesa donde estaban las máquinas, el hombre se quejo y luego te llamo a gritos.

──¡Oye tú, empleada ven aquí!── te acercaste y el dejó el café ──¡¿Que es esta mierda?!¡¡No tiene azúcar y está caliente!!──.

──Pero..── te interrumpió a medias palabras.

──¡¡Pero nada mocosa!!¡¡No tomaré esta mierda!!── tomo la taza y la arrojo al piso.

En ese momento Yoriichi apareció detrás de ti y te tomo de la muñeca para acerté para atrás. Se paró frente al hombre y lo sujeto de la corbata.

──Más le vale que pida disculpas, y pague la taza que rompió── dijo en un tono muy tranquilo y a la vez oscuro ──y le pediré de favor, que no vuelva nunca más por aquí── el hombre asintió y saco su billetera, pago el café y la taza y hizo una reverencia en disculpas y se fue corriendo.

Miraste la taza y te arrodillaste para levantar los pedazos, el se arrodillo y sujeto tus muñecas para detener te.

──Deja lo, yo lo limpiare── negaste y sonreíste.

──No te preocupes, yo lo limpio, tu debes estar más cansado por estar en el jardín de pie y arrodillado también── el asintio pero lo mismo no te permitió limpiar ──Yoriichi, por favor── el te miro de nuevo y sonreíste suavemente, el se sonrojo un poco y se puso de pie.

Empezaste a limpiar y trapeaste el lugar, limpiaste las mesas y acomodaste las sillas en sus lugares, Yoriichi te observaba desde la caja mientras controlaba el dinero, no evitaba sonreir cada vez que hacías algo, hasta lo más mínimo. Se acercó a ti y acomodo su cabello antes de hablar.

──Oye, ____── te diste la vuelta para mirarlo y sonreíste.

──¿Si?── el se sonrojo y rasco su nuca.

──Ammm, ¿Te gustaría ir a mi casa?── miro a un lado apenado esperando tu respuesta.

──Claro, no tengo nada más que hacer── sonreíste al igual que el, tosió y se giró para irse al jardín.

[...]

Ambos salieron juntos de la cafetería a su casa, vivía a tres cuadras de la cafetería. Al llegar ambos preparon algo para comer y beber, hablaban de ustedes para conocerse un poco mejor, Yoriichi mencionó que tenía un hermano gemelo, Michikatsu,  y que no se veían seguido porque trabajaba en el extranjero y casi nunca lo veía, solo venía para navidad y año nuevo, y nunca más se veían, ni para sus cumpleaños.

Estaba empezando a ponerse ebrio mientras hablaba de lo mucho que extrañaba a su hermano y de las veces que jugaban cuando eran niños, y ahora ni se veían, al igual que te mostró la flauta que el le regaló cuando eran niños. No aguantas te mas y lo abrazaste, el correspondio a tu abrazo y hundió su cara en tu cuello mientras te apretaba con su cuerpo.

──No te pongas mal, ya verás que volverás a verlo── acariciaste su cabello y el gruño bajo.

──Hueles...muy bien── dijo mientras olía tu cuello ──no te imaginas lo mucho que me gustas── mencionó en un murmuró, te sonrojaste y palmeaste su espalda, beso tu mejilla y te miro directamente a los ojos.

──Yoriichi, tu no eres el único enamorado aquí── te miro confundido y ladeo un poco la cabeza ──tu...también me gustas── sonreíste al igual que el.

Tomo tu rostro entre sus manos y te beso dulcemente. Correspondiste a su beso y te cargo hasta su habitación.

[...]

Te recostó en la cama suavemente y volvió a besarte mientras acariciaba tu abdomen, subió sus manos y se detuvo sobre tus costillas.

──¿Puedo...tocarte más?── asentiste y acarcio tus senos suavemente ──son...suaves── los apretó un poco y volvió a besarte.

Comenzó a masturbarte mientras que tú hacías lo mismo con el, todo tu cuerpo estaba temblando por tus dos orgasmo seguidos, no podías hacer que el llegué a su orgasmo por qué todo tu cuerpo temblaba y era difícil concentrarse en su placer. A el no le importaba mucho su placer, estaba más concentrado en el tuyo.

──Yo.. Yoriichi...ya no...aguanto...── arqueaste la espalda y volviste a tener tu orgasmo, el empujó sus dedos más profundo y soltaste un quejido.

Te acostó boca arriba y abrió tus piernas, se puso el condón y comenzó a rozar su miembro, lentamente empujó en tu interior y pusiste tus manos en su espalda. Empezó a embestir te lentamente y aumento su velocidad con el pasar de los minutos. Sujeto tu caderas y las levanto un poco, empezó a moverse más rápido y gruño al sentir su orgasmo.

Salió de ti y se quitó el condón, estaba jadeando y se inclino para besarte, aprovechaste su acercamiento y pusiste tus piernas alrededor de su cintura para acercarlo más.

──No...creas...que me cansé, ahora lo haremos sin el condón~── el se sonrojo un poco y asintió.

──Bien, espero que tengas buenas resistencia── se acercó a tu oído y susurro ──por qué yo puedo aguantar toda la noche hasta el amanecer~── mordió tu cuello y soltaste un gemido.

Sería una larga noche y dura noche.