Transmigración: Robando a los gongs protagonistas para tener s*xo en grupo (np)

Arco 8.5

Después de dejar la sala de Chu Wang, An Jiajin se volvió cada vez más reacio. Esperó en la estación de enfermería durante más de una hora antes de aprovechar la oportunidad para hacerle el goteo de la tarde a Chu Wang. Corrió inmediatamente para dar a conocer su presencia.

Dos guardaespaldas altos y fornidos estaban frente a la sala. Se quitaron los auriculares con cancelación de ruido, interceptaron a An Jiajin y le informaron que necesitaba permiso para entrar. An Jiajin asumió que Chu Wang estaba dormido y no quería ofender, por lo que solo pudo preguntar con cautela mientras esperaba en la puerta.

Ahora, dentro de la sala, la atmósfera era intensa. El gong protagonista, que erróneamente se pensó que estaba dormido, se inmovilizaba con fuerza sobre el médico, disfrutando de un placer celestial.

El paciente en bata de hospital presionó al joven médico debajo de él, empujando su propio pene gigante, pesado y de color rojo oscuro, dentro y fuera del apretado ano del médico. El médico luchaba por respirar, sus nalgas blancas y húmedas se pusieron de un rojo brillante, temblaban por el impacto, y sus jugos salpicaban por todas partes, empapando una gran superficie de la bata de hospital del paciente.

El rico y lujurioso aroma llenó el aire, haciendo sonrojar los rostros.

"Wuu..."

El pene grande penetró en el recto. El pasaje sensitivo, ya congestionado por la fricción, ahora estaba siendo estimulado por el glande, provocando una sensación de hormigueo y picazón.

El rostro inicialmente frío del médico ahora estaba sonrojado de deseo. Luchó por respirar, queriendo que Chu Wang sacara el pene largo y caliente, pero también ansioso por que continuara con fuerza, preferiblemente para atravesar esta lasciva abertura anal.

Chu Wang escupió su pezón rojo oscuro, su mirada moviéndose desde los ojos del médico llenos de deseo contenido, labios mordidos, hasta la bata blanca, revelando dos senos seductores de diferentes tamaños. Los músculos elásticos del pecho en ambos lados estaban cubiertos de marcas de mordiscos, algunos incluso con rastros de sangre, y finalmente aterrizaron en el pequeño ano jodido a la fuerza del médico... Luego dejó escapar un gemido de placer.

"Doctor..." Bajó deliberadamente el tono, tentando como un demonio, Tan apretado, ¿tienes miedo de que alguien se entere?"

Las delgadas pestañas de Tang Tang temblaron. El toque de rojo en el rabillo del ojo era increíblemente encantador. Su respiración era agitada. Sólo se mordió los labios hasta que sangraron, sin querer emitir ningún sonido.

"¿Por qué tienes miedo de que te descubran?"

Chu Wang frunció el ceño angustiado, frotando hábilmente el punto sensible con el gran glande. Olas de estimulación surgieron hacia arriba, haciendo que el médico, frío y pálido como el jade debajo de él, temblara continuamente.

"Señor. ¿Chu? An Jiajin, afuera de la puerta, gritó confundido una vez más.

Al oírlo hablar, Chu Wang de repente sonrió. Bajó la cabeza y besó los vibrantes labios del doctor que él mismo se había mordido, con voz entrecortada: "Doctor... quiero presionarte contra la puerta y follarte allí".

Colaboró con el deseo del médico de permanecer sin ser descubierto, hablando en voz baja, como si estuviera envuelto en una aventura secreta. Sin embargo, se comportó como un adúltero en busca de emociones fuertes, retirando el pene goteante. El ano del médico se convirtió inmediatamente en un agujero de carne húmeda. Chu Wang lo sacó de la cama y la cosa grande y abrasadora emitió suavemente un sonido de "aplastamiento" cuando volvió a penetrar completamente en el interior.

"Wuu..."

Las piernas de Tang Tang se debilitaron y su cuerpo cayó hacia atrás por la gravedad. La abertura rectal del médico, ansiosa y golosa, tragó con urgencia la enorme punta. El médico dejó escapar un gemido lúgubre, convulsionando todo su cuerpo y sus gafas se empañaron por el rápido jadeo.