Poder decirte que te odio (Dani Fernandez)

Capitulo 45

-¿Otra vez tu por aqui? -me pregunto el padre de Dani con un tono serio

-Si pero tranquilo, solo habia venido a traerle algo a Dani, no le riña por favor, ya me iba -menti, pero para mi sorpresa, obtuve la ultima respuesta que me podia esperar de ese hombre

-Oh no, no, quedate, eres la novia de mi hijo y bueno... me gustas

-Em.. no de verdad si ya me iba -dije sorprendida

-Por favor, seguro que quereis estar juntos hablar o lo que sea, asi es la edad del pavo... puedes quedarte y venir cuando quieras y no te preocupes, no reñire a Daniel

-Vale, muchas gracias -sonrei como pude y volvi a la habitacion de Dani

-¿Que hacias para tardar tanto?

-Deja de ser tan estupido, cerdo y mal pensado -dije- Me encontre con tu padre en el pasillo -este fruncio el ceño

-¿Que?! -exclamo -¿Que te dijo, te hizo algo? -pregunto preocupado

-No tranquilo, si me dijo que me quedase y que podia venir cuando quisiera

-Imposible

-Pues eso me dijo -le conte la conversacion tal cual habia sido

-No se por que pero todo me parece raro...

-Puede que haya recapacitado las cosas y quiera cambiar

-Espero que sea eso...

-Que si venga relajate -dije posando mis manos sobre sus hombros -Ultimamente estas muy tenso eh -bromee

-Como para no estarlo, entre que me he quedado a medias tres veces, Alvaro nos interrumpe, lo de Leire y ahora esto de mi padre, ¿como quieres que este? -me rei por lo primero -No tiene gracia

-En el fondo lo de Alvaro fue gracioso pensandolo ahora

-Pues a mi no me hace ninguna gracia -dijo haciendose el molesto

-Van a tener razon estos y estas amargado -bromee riendome -Vaya humor chico

-Bueno eso se puede solucionar facil -me guiño un ojo a lo que sonrei y segundos despues ya le tenia junto a mi mordiendome el cuello.

-Espera.. -susurre a escasos centimetros de su oido

-Que pasa ahora -gruñó

-Que apagues el movil -dije riendome mientras cogia el mio y hacia lo mismo- No creo que quieras que nos interrumpan

-Puede que mate a quien nos interrumpa hoy, lo juro

Me rei pero me lance a besarle aunque el beso cargado de pasion duro poco ya que baje a su cuello, dejando tambien algun mordisco como el habia echo antes. Mientras, sus manos se deslizaban por debajo de mi camiseta para deshacerse de ella, un pequeño escalofrio recorrio mi espalda debido a sus caricias que duraron hasta que se hizo con el enganche de mi sujetador y se deshizo tambien de el. Se mordio el labio cuando observo mis pechos, beso mis labios mientras le quitaba la camiseta, luego bajo los besos hasta llegar a uno de mis pechos que habia estado masajeando anteriormente mientras yo comenzaba a desabrocharle los vaqueros, cosa que el tambien hizo con los mios hasta quedarnos ambos en calzoncillos y bragas. Esta vez decido tomar la iniciativa y comienzo a masajear su miembro por encima de la ropa interior con lo que Dani suelta un leve gemido.

Sus manos acarician todo mi cuerpo una y otra vez sin cuidado, posa su boca sobre mi clavicula hasta que logra arrancarme un gemido, sonrie satisfactoriamente con la respiracion agitada, nuestros labios se vuelven a unir en un beso demasiado pasional. Una de sus manos baja hasta meterse dentro de mi ropa interior, introduce un dedo en mi y empieza a moverlo despacio, me muerdo el labio inferior cuando sonrie mirandome a los ojos al mismo tiempo que llevo mi mano al interior de su boxer, se lo bajo un poco y despues tomo su pene con mi mano, suspira en cuanto lo hago y hace el mismo gesto que yo habia echo antes, morderse el labio. Empiezo a mover mi mano a lo largo de su ereccion y el comienza a respirar mas pesadamente aumentando el ritmo de su dedo en mi interior, ambos gemimos a la vez y el se separo un poco de mi para abrir el primer cajon de la mesita que tenia al lado, sacando de ahi un preservativo que abrió y se lo puso en un abrir y cerrar de ojos. Lo tenia sobre mi, cada vez estabamos mas pegados y el roce de su ereccion con mi feminidad me hizo soltar un gemido, el volvio a sonreir con satisfaccion y poco a poco se fue introduciendo en mi, ambos comenzamos a mover las caderas al mismo ritmo, las embestidas eran mas fuertes y ahora fui yo quien se puso sobre el, tomando el control y moviendo las caderas aun mas rapido, luego Dani volvio a ponerse sobre mi hasta que los dos llegamos al orgasmo, o mas de uno, y acabamos rendidos sobre su cama.