Capítulo 55

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No sabía qué decir, qué hacer, mi móvil vibraba, estaba segura de que era Iván llamándome para avisarme pero ya no podía hacer nada más, entonces, le besé. Al principio se quedó parado ya que supongo que no se lo esperaba, no me lo esperaba ni yo, pero después puso una de sus manos en mi nuca y me siguió el beso, se me estaba haciendo muy raro aunque, a pesar de todo, he de admitir que quizás le echaba un poco de menos. A los pocos segundos nos separamos escuchando las voces de Iván. 

-¡Estate quieto! -gritó Iván -¿No ves que está mi hermana delante? Vámonos

-Si ya nos vio pegándonos el otro día

-¿El día que saliste corriendo? Puto cobarde desgraciado de mier... -dijo Dani con rabia, pero no le dio tiempo a terminar la frase cuándo le propinó un puñetazo que hizo que el rubio acabase en el suelo, sangrando otra vez. Iván consiguió llevárselo y yo me agaché para comprobar como estaba Dani.

-¡Mandy! ¡Ya hablaremos tu y yo de lo que he visto! -dijo Iván desde lejos a lo que rodé los ojos y decidí ignorarle

-Puedes irte -susurró Dani

-Ya te dije que no me voy a ir, vamos -dije ayudándolo a levantarse otra vez

-Sé ir solo

-Podemos pasarnos la noche así, pero pienso acompañarte a casa -una leve carcajada irónica salió de su boca -¿Qué? 

-No puedo llegar así a casa... -susurró con un tono de ¿vergüenza?- Mi padre... 

-Pues vamos a la mía -le corté e incluso creo que me lo agradecía porque no quería decir lo que ya sé que podría pasar, asique sin que pudiese decir nada tiré de él con cuidado de que no se cayera y pusimos rumbo a mi casa.

Tras un largo camino, ya que Dani caminaba haciendo eses, llegamos a mi casa y a duras penas conseguí que subiese las escaleras, esta me la pagará, tanto él como Iván que fue el que me metió en esto. Entramos en la habitación y fui al baño a por algo para curarle las heridas que parecía que no se habia percatado de ellas hasta ahora. El silencio era un poco incómodo ya que no paraba de pensar en ese maldito beso, creo que ninguno de los dos eramos conscientes de lo que provocó en ambos, por tanto lo más sensato que podríamos hacer sería hablar de lo que nos había mantenido separados.

-¿Qué era lo que me tenías que decir? -Dani me miró interrogante -Antes me dijiste, tengo que contarte una cosa -Y tras unos segundos de silencio decidió hablar

-Lo siento

-¿Qué? -pregunté incrédula

-Que sé que tú no dijiste nada, fueron Boja, Esme, Raúl y esos para que nos peleásemos, me metieron algo en la bebida un día que salí con ellos y les debí de contar toda mi vida, ellos lo irían contando por ahí, yo no me acordaba de nada de eso y como todo eso sólo lo sabías tú pensé que habías sido tu y por eso dije todo eso de ti... Me enteré antes porque lo estaban hablando y de la rabia me volví completamente loco y después ya lo viste tú

-Pienso que te has comportado como un completo gilipollas Dani, no has querido escucharme y siempre me dabas largas cuando pretendía hablar contigo, a mi, a la persona que según tú mas te ha entendido y que más ha estado a tu lado, estoy muy decepcionada la verdad.

-Joder ya sé que  he sido un auténtico capullo este tiempo, tenía que haberte escuchado desde un principio pero estaba enfadado, por eso te estoy pidiendo perdón 

-Esque ahora mismo tu perdón no me vale, no es justo que me pidas perdón y ya, cuando lo he pasado mal y una de las pocas personas que han podido entenderme se comporta así

-¿Te piensas que a mi no me ha jodido todo esto? No sabes lo que es tener a Leire y Álvaro las 24 horas preguntándome qué me pasa cuando no soy capaz de decirlo porque solo pude contigo, y contigo  no podía hablar, ¿qué coño hago para que me perdones?

Poder decirte que te odio (Dani Fernandez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora