Poder decirte que te odio (Dani Fernandez)

Capítulo 54

Después de sufrir seis aburridas horas de clase, aún me quedaban pasar unas horas por la tarde en el instituto, si, hoy empezaba el dichoso castigo que el director nos había puesto, y eso quería decir que iba a tener que aguantar a Daniel casi todas las tardes durante un mes, como si no fuera poco soportarle en clase, y tanto él como yo sabemos que esta idea del director para que solucionemos nuestros problemas solo acabará peor o simplemente no servirá de nada. 

-Que sepas que no pienso hablar contigo.

-Ni yo contigo -Menos mal, algo en lo que estamos de acuerdo, pensé.

Cada uno nos pusimos a limpiar una parte distinta de los baños para acabar lo antes posible, sin articular palabra alguna, hasta que recordé las palabras que había dicho el otro día y no pude evitar hablar, seré masoca o algo ya que sabía que hablar con él de cualquier cosa siempre acaba en discusión. 

-¿Se puede saber qué es lo que supuestamente dije? -pregunté y él me miró interrogante -Lo que dijiste el viernes -simplemente se rió y no dijo nada -Mira me da igual, que sepas que no dije nada, ahora piensa lo que quieras. 

-¿Vas a hacerte ahora la víctima? Eres la única que lo sabía.

-Paso de discutir más contigo, tú sabrás a quién cuentas las cosas, pero si de verdad piensas que yo dije algo no me conoces. -Dicho esto salí a recoger mis cosas ya que ya era la hora y habíamos acabado, ya se había hecho de noche y empezó a llover, por lo que tuve que tomar un atajo para llegar antes, aunque no me gustaba nada pasar por allí. De repente, alguien me cogió por el brazo.

-¿Que te parece si nos vamos juntos? -rodé los ojos, se trataba de uno de los amigos de Ivan.

-Borja déjame ya, y suéltame, me haces daño.

Pareció no importarle mucho ya que tiro de mí hacia él, intentó besarme pero aparté mi cara como pude, lo que le enfadó aún mas y me empujó contra la pared del callejón, lo intenté pero no podía moverme.

-Suéltame.

-Hoy vamos a estar solos tu y yo por fin -dijo mientras comenzaba a besar mi cuello y pasaba sus manos por todo mi cuerpo, no era capaz a gritar, solo me salían lágrimas por la impotencia de no poder siquiera moverme, tiró de mi camisa haciendo que la mayoría de los botones saliesen volando y quedándome en sujetador, volví a intentar forcejear con él pero era imposible, tenía más fuerza que yo y yo me estaba quedando sin ellas, logré gritar pero a esas horas nadie pasaba por esas calles, tapó mi boca para que no pudiese gritar pero le mordí la mano y volví a intentar gritar. -Será mejor que te portes bien, no quiero hacerte daño. -Finalmente me rendí, no sabía que más podía hacer. Sujetaba mis manos con una única mano mientras tenía la otra bajo mi camisa de la que previamente había tirado provocando que los botones saliesen volando mientras besaba mi cuello, esto estaba siendo repugnante y sólo deseaba que se acabase pronto, de repente me soltó, alguien le había cogido por el cuello de la chaqueta y le había pegado un puñetazo. Me agaché y abracé mis piernas mientras intentaba respirar con tranquilidad hasta que conseguí levantar mi mirada para comprobar quién era el que se estaba pegando con Borja. 

-Dani... -susurré, no pude evitar pegar un pequeño grito cuando vi que Borja le había tirado al suelo y se acercaba a mi de nuevo, pero esta vez no dejé que me cogiese ya que cuando lo intentó le pegué una patada. Enfadado, me cogió por el cuello pero al instante Dani se levantó y volvieron a pelearse, hasta que por fin Borja se rindió y se fue. Yo seguía inmóvil contra la pared sin saber qué hacer o qué decir. 

-¿Estás bien? -dijo acercándose a mí para ponerme su chaqueta sobre mis hombros, ya que mi camisa estaba rota, asentí con la cabeza.

-Gracias, ¿tú estás bien?