Audrey y el cantante de pachanga

128 3 0
                                    

- Bien, entonces sólo queda eso - dije
abrazándola por detrás.
.
- ¿Qué cosa? - y se giró para verme.
Cogió el jabón y me lo frotó por la espalda.
Con esas manitas de niña.
.
- Pues Carlos Vives,
el cantante de pachanga.
.
Ella rio y se encogió
cruzando las piernas
con esa miradita
que me volvía loco.
.
Sus dientes eran pequeños
y su nariz como tallada
en porcelana.
.
Su trasero era suave al tacto,
su espalda delicada
y sus pechos como
dos colinas dibujadas.
Sólo faltaba
la casita,
el árbol
y el río.
.
Y ella era una Audrey de porcelana.
.
- ¿Por qué dices eso?
.
- Me gusta tu rostro,
tu culo,
como te mueves sobre mí,
tus locuras
y toda tu forma de ser.
Así que sólo queda
el hijo de puta de Carlos Vives
como una razón
para que no me gustes.
.
- También me gusta Ricardo Arjona -
dijo ladeando la cabeza
y arrugando esa
naricita respingada.
.
- Adoro a ese hijo de puta -
Y con una mirada felina
intercambiamos mordidas
de labios como quien pellizca
una palta madura.
- Tengo que encontrar algo
para no enamorarme de ti.
.
Ella arrugó los labios,
entrecerró los ojos y dijo:
.
- Así que no quieres enamorarte de mí.
.
- No. Me voy, Audrey
y no te voy a ver
en un buen tiempo.
Me voy a morir
en ese tiempo.
.
Me volvió a besar, contoneándose.
.
Audrey tienes un cuerpo muy fino y sexy.
Eres una niña sexy.
Cada vez que te tengo siento
que estoy profanando algo angelical.
Me estoy tirando un ángel.
Me estoy vaciando sobre
los panecillos del Tiffany's.
Tengo miedo de dañarte, Audrey.
Eres una palomita
que ha caído en el lodo
de un chancho que
te está haciendo chanchadas.
Estoy haciendo un hentai
de Candy,
de Sailor Moon;
de Ángel, la Niña de las Flores;
de Hello Kitty.
.
Audry, sólo quiero recordar el sexo.
No quiero acordarme de lo que vives por tus hijos
No quiero acordarme de la carta
No quiero acordarme de las fotos
No quiero acordarme de lo brava que eres
No quiero acordarme de lo loca que estás
No quiero acordarme de lo luchadora que eres
No quiero acordarme de lo mucho que has viajado
No quiero acordarme de lo mucho que has visto
No quiero acordarme de lo rico de tu vida.
.
Audrey,
tu vida me encanta.
No me enamores,
sólo dame sexo.
No quiero morir.

Poemas de amor, sexo y otras carenciasWhere stories live. Discover now