Capítulo 11

212 18 0
                                    

Katherine

Al fin era el día y después de varias semanas, tuve la oportunidad de ver el exterior con mis propios ojos, sonreí como nunca lo había hecho, mi corazón aceleró ligeramente su ritmo, incluso la brisa que acariciaba mi piel era tan relajante, era la sensación de la libertad, pero mi mente estaba enfocada en recordarme que soy prisionera de mis propias acciones y que mi objetivo apenas iniciaba. 

Jacob no lo sabe, pero casi no recuerdo mi pasado posterior a la conversación que tuve con su hermana, mi mente está fragmentada y perdida en un mar de pesadillas el cual me consume por la incertidumbre, a veces veo recuerdos en forma de sueños horribles, son tan vividos que parecen reales, y el monstro que me persigue es mi propio reflejo, completamente lleno de sangre, su tamaño es abrumador e intenta alcanzarme, no se cuales son sus intenciones conmigo, lo que es seguro, es que no son buenas.

Ian era el único que sospechaba sobre mis pesadillas y mis repentinas lagunas mentales. Era un joven muy perspicaz, con un corazón noble y una mente única, aunque traté de alejarlo, jamás se separó de mi, era un pequeño alivio durante la cotidianidad de mi nueva vida, se estaba convirtiendo en un pequeño hermano para mí. 

Esa misma tarde el me guio hasta una pieza del centro que Jacob adecuó para mí, estaba tan exhausto como yo, así que ambos nos quedamos dormidos sobre mi cama. Desperté un par de horas después, aun confundida y desorientada, pero recordando que Ian estaba conmigo, lo arropé y dejé que continuara durmiendo, sé que sacrificó horas de sueño por vigilar que no me escapara del hospital.

Jacob había adecuado al otro lado de la habitación un cuarto con un escritorio y varias estanterías llenas de libros, algunas plantas, estatuillas de decoración y en las paredes colgaban piezas de arte, sin embargo, habían pocos materiales mas que algunas hojas y tinteros para escribir, pero no tenía con quien comunicarme a excepción de él. Después de revisar a detalle los estantes, miré sobre el escritorio, en donde había un sobre con mi nombre, era una carta emitida por Jacob. De verdad esperaba verlo en persona esta vez, eso me desanimo.

"Querida Katherine, quiero desearte mis mejores deseos, has mejorado en muy poco tiempo y estoy feliz de saber que estás de pie otra vez. 

Sé que te preguntas sobre mi ausencia constante en tu vida, a pesar de que te encuentras bajo el cuidado de una persona muy cercana para mi, entiendo que te sientas confundida y tal vez desorientada, pero me temo que no puedo abandonar mis responsabilidades por atender tus necesidades. 

Se que te prometí en el hospital que te visitaría, pero no lo cumplí y te aseguro que mi decisión no involucra nuestro pasado, yo decidí perdonarte y te tengo en alta estima. Aunque no este contigo, te estoy cuidando porque me preocupa tu salud y tu bienestar físico. 

Pero comprende que es temporal, eres mi protegida hasta que puedas retomar tu vida anterior en el país que desees, sabes que Inglaterra ya no es tu hogar después de los crímenes que cometió tu familia y por tu seguridad debes irte lo mas pronto posible, mientras tanto confía en mí y no te metas en problemas. 

Espero con ansias el día que pueda encontrarte. Con cariño, Jacob"

Con cada palabra que leía mi propia conciencia me apuñalaba mi propio corazón, me encontré al borde de llorar por la desesperación, pero intenté calmarme, contener esta sensación de soledad que me invadía la percepción de mi estado. 

Tenía a un gran amigo a mi cuidado, pero podía haber evitado ser tan duro al recordarme el peso que cargó de la familia de mi padre. Ese ya no era mi apellido, y aunque mi memoria se encuentre destrozada, tenía claro que soy Katherine, hija de Margaret Williams, y mi vida entera la voy a dedicar a erradicar cualquier vestigio de la familia Starrick.

Tal vez mi propósito era un poco ambiguo a pesar de que la influencia de los Starrick estaba casi extinta y marcada en el bajo mundo criminal, pero es ahí donde yo pequé por ser parte de ello, y apoyar a mi tío aun cuando me arruinó la vida.

Que otra opción tenía, me quitó a mis padres, se apoderó de mi vida y mi propia identidad, me dejo a un paso de caer en el abismo del que yo tuve que salvarme, a penas recuerdo la persecución y el precio que le puso a mi cabeza.

Todo era tan complicado conforme le ponía mas atención, pero no me dejaría derrotar por un pasado que ya no me pertenecía.

Dejé la carta sobre el escritorio y volví a la cama, pero de camino por el pasillo, en la puerta de la entrada alcance a ver una sombra caminar por la pequeña apertura de la puerta y el suelo, tomé un libro para defenderme, y me acerqué a la puerta tan pronto como pude, en ese momento, alguien deslizo por debajo de la puerta una pequeña nota.

La cogí del piso y tenía inscrita las palabras: "Yo tengo tu memoria"

No me olvides [En Edición]Where stories live. Discover now