Capítulo 8 "Dolor"

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Eren daba vueltas en su habitación como león enjaulado. Su interior era un mar de emociones contradictorias y abrumadoras que lo tenían en un gran dilema.

Por una parte estaba feliz de saber que había alguien que nació para él, que tenía la otra mitad de su alma y que podía llegar a amarlo como nadie más en el mundo...pero por otro lado estaba más que enfadado porque todos lo sabían y siempre le decían que debía ser paciente pues esa persona llegaría cuando la realidad era otra, era claro que Levi no le diría jamás del tatuaje.

Tensó la mandíbula y se dejó caer en la cama completamente frustrado por la situación y sus propios sentimientos contradictorios. Tocaron a su puerta y entraron, conocía los pasos a la perfección. Alzó la vista y se encontró con la de Hanji que tenía los ojos brillosos y rojos.

—S-señor...su madre quiere verlo en el estudio—dijo con voz temblorosa y las manos escondidas en su espalda.

— ¿Y qué le hace pensar a mi madre que quiero verla? —preguntó con el tono completamente enfadado.

—Por favor—casi suplicó la castaña con la voz entrecortada. —Por favor vaya...necesita saber...

— ¿Saber qué Hanji?

La beta tragó saliva con dificultad y soltó un sollozo involuntario.

—E-es mucho señor...ella le contará todo...vaya por favor.

Eren lo pensó un poco, eso iba a suceder de una forma u otra. Suspiró y se puso de pie.

—Bien...pero si ella llega a omitir algo tendrás que decírmelo, ¿entendido?

La mujer asintió casi frenética, estaba confiando en que la mujer le contaría todo.

El alfa suspiró y salió de la habitación a pasos agigantados hasta el estudio, abrió la puerta sin delicadeza y entró azotándola, Carla estaba sentada al escritorio y Levi a su lado, encogido con la mirada baja.

Se sumieron en un silencio incómodo pues ella no sabía cómo empezar, Eren esperaba a que comenzara y el beta parecía ausente. El castaño estaba casi seguro que el beta estaba llorando en silencio. Se mordió la lengua y su corazón se encogió en su pecho, tal vez había sido un poco brusco antes.

—Eren...sé que estas enfadado—comenzó al fin su madre con la mirada perdida. —Pero créeme que esto tiene una buena explicación.

—Bien, quiero escucharlo.

La mayor suspiró y tragó saliva, tenía los labios secos.

—Como ya sabes...Levi es hijo de una amiga que falleció cuando tú eras un niño aún, ella me pidió que cuidara a Levi y desde el momento en que ella me lo encargó yo lo he considerado un hijo más.

— ¿Quién era ella?

—Kuschel Ackerman...la última de los Ackerman—murmuró con cierta tristeza.

— ¿No tuvo más hijos? ¿Y su alfa?

—Bien...creo que para que entiendas debo contarte desde antes—dijo sin dejar el tono triste y nostálgico. —Kuschel y yo nos conocíamos desde antes de que conociera a tu padre...yo...fui su amiga y...su pareja, en secreto, hasta que nos obligaron a comenzar a asistir a las fiestas de los Jaeger.

— ¿Su pareja? —preguntó confundido y sorprendido.

—Si...ame a Kuschel más de lo que nadie puede imaginar, la ame mucho más de lo que alguna vez pude haber amado a tu padre.

Eren se quedó analizando eso y tomo aire para no ponerse a gritar de nuevo.

— ¿Y te casaste por obligación?

Beta's testingWhere stories live. Discover now