Capítulo 25

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Hablemos de fiestas

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Hablemos de fiestas.

Fiestas. Ser adolescente implica muchas cosas que cuestionan la vida del ser humano del inicio al fin, pero existen distintas palabras determinadas que sirven para hablar en específico de adolescentes. Fiesta es uno de ellos.

Es extraño pensar que los adolescentes aman las fiestas, porque no es así. Muchos prefieren hacer otras cosas, sin embargo, las palabras adolescentes y fiestas están socialmente relacionadas porque obviamente la gente cree que somos unos hormonales.

Lo somos, pero no es el punto.

Mehgan no era muy fan de las fiestas, y menos del alcohol, especialmente cuando este le causaba tantos problemas. Aunque habían fiestas recurrentes en el pueblo, nosotras dos nunca nos pasábamos por esos lugares. Sin embargo, esta vez era diferente. Se veía cómoda y feliz con Logan, emocionada... alegre. Era lindo verla tan enérgica.

Para mi las fiestas, aunque emocionantes, eran algo innecesarias. Nunca lograba... acoplarme bien.

Mehgan no era muy buena bailando, pero he de admitir que era mucho mejor que yo. Se movía lento, con timidez, y Logan parecía brindarle cierto sentido de confianza que la hacían reír sin preocupaciones. El llamaba mucho la atención de las personas, y aun así, parecía totalmente concentrado en ella.

—¿Quieres bailar? — No sabía si era algún tipo de virus, o algún rumor corriente entre la fiesta. Pero con este chico, exactamente eran siete quienes se acercaban con seguridad estrangulada a pedirme que les acompañara. Aun no entendía cómo era posible que se sintieran obligados a venir. No lucia como una belleza tropical, y por alguna razón mi rostro inexpresivo y neutral no los detenía — Estas preciosa.

— Oh, Gracias, pero no. —Sonreí educadamente. El chico se fue, no sin poder ocultar cierto semblante decepcionado. Me negaba principalmente porque quería vigilar a Mehgan, que podía tener un IQ muy alto, pero con un par de tragos se volvía un tanto desastrosa. Estaba sentada en una de las grandes mesas, y mis ojos estaban inusualmente alertas, desde lo que había visto un rato antes. Aun luchaba con las ganas de huir, de escapar, y también pensaba que podía estar enloqueciendo. Tenía un vaso de cristal fluorescente en frente, que llevaba moviendo de un lado a otro al menos por más de media hora. Nathalia hablaba ruidosamente sacudiendo su corto pelo rojo brillante con sus amigas, que eran bastante agradables. Me uní a su conversación un rato, pero cuando las palabras rondaron demasiado cerca de Sean O'Donnell y su cabellera rubia, me gire a ver de nuevo a Mehgan, resoplando.

Tome otro sorbo de mi bebida, el alcohol nunca había llamado mi atención. Suspire, pensando que quizá habría sido una buena idea ir con el séptimo chico. Inmediatamente decline, el estar cerca de un chico me hacía sentir enojada, principalmente porque me recordaba a Cameron y sus enojados gritos. Aun circulaban por mi cabeza, y aun me sentía herida, pero, por alguna razón, una parte de mi cerebro me susurraba lo sexy que él había sido. Un sexy idiota.

Lycans I: EclipsisWhere stories live. Discover now