18. ¡No Zayn, al dentista no!
-Mmmh- murmuró Niall mirando con el ceño fruncido a Alice-. Ali, ¿qué haces?- preguntó.
-Es que me acabo de comer una magdalena y se me quedó pegado algo de dulce en la muela- respondió mientras que con el tenedor hincaba su diente y sostenía un espejo con su mano libre para poder ver el interior de su boca.
-Deja de hacer eso- le dijo Niall haciendo una mueca-. Vas a lastimarte.
-Deja de exagerar, hago esto desde pequeña y nunca me he lastim...- de repente se quedó en silencio y puso una cara de terror, el silencio duró menos de cinco segundos ya que pegó un grito que hasta Niall apostaba lo que fuese a que en Tokyo lo habían escuchado.
-¿Que pasó?- salió apresuradamente de su habitación Liam y bajó las escaleras corriendo hacia Alice, que estaba sentada sobre la isleta de la cocina.
La chica se tapó la boca con una mano y cerró sus ojos con fuerza mientras Niall rodaba los ojos y se comía un trozo de brownie.
-¿Te rompiste la muela señorita deja ya de exagerar?- arqueó las cejas burlón.
-No te burles gilipollas- dijo con una mueca de dolor.
-¿Cómo mierda te rompiste la muela?- preguntó Liam frunciendo el ceño.
-Tenía algo pegado en la muela y trató de sacarlo con un tenedor- le explicó Niall.
Liam puso cara de ¿Me estás jodiendo Alice? y ella hizo un intento de sonrisa.
-Entonces debes ir al dentista- los ojos oscuros de la morena se abrieron de par en par apenas escuchó esas palabras, decidida cerró su boca y negó frenéticamente con su cabeza. Se levantó de la encimera y salió corriendo hacia su habitación.
-Lo bueno de todo esto es que ya sabemos cuáles son las fobias de Alice- exclamó Niall alegre y Liam lo miró confuso-. Las cucarachas y los dentistas- sonrió y se encaminó hacia su habitación, dejando a Liam solo y confundido.
¿Cómo alguien de 22 años le puede tener miedo a los dentistas?
[…]
-¡Hola mi niña!- saludó Eleanor mientras asomaba su cabeza por el umbral de la puerta de la habitación de Alice, que estaba acostada en su cama, tapada hasta la boca y viendo la televisión. Esta elevó ambas cejas en forma de saludo.
-Pasa Ele- la invitó, Eleanor se adentró en la habitación y se sentó a su lado.
-¿Qué tal va todo?- preguntó con una sonrisa.
-¡Genial!- exclamó en respuesta-. ¿Y tú? ¿Todo bien con Louis?
-Claro, es muy dulce y divertido- sonrió enamorada-. Es el mejor novio que pude tener.
-Aw- Alice sonrió-. ¿Quieres quedarte?- preguntó haciendo un adorable puchero-. No quiero bajar al salón porque esos imbéciles me obligarán a ir al dentista.
-Oh- Eleanor musitó y con una sonrisa se metió bajo los edredones de la cama, quedando acostada junto a Alice-. Tienes mi apoyo, yo también odio ir al dentista- bufó.
-¡Eres la mejor Eleanor!- chilló abrazándola.
-Ay ya lo sé- bromeó y las dos rieron-. Es que los dentistas tienen esa cara de troll que parece que apenas entres en su consulta te atarán, matarán, abrirán y traficarán tus órganos al cincuenta por ciento de descuento- Alice lanzó una carcajada ante las palabras de la chica.