Capítulo 5

61 6 1
                                    

Estuvimos un rato más ensayando, pero después, nos fuimos.

-¿De qué estabas hablando con Fernando? -le pregunto, así se llama el amigo de Héctor.

-De nada, de nada -murmura.

-Dímelo, venga -insisto.

-Que parece que Héctor y tú os conozcáis de toda la vida -confiesa, al fin.

Mis mejillas se vuelven rosadas. ¿Cómo qué de toda la vida? Es verdad que parece que Héctor le tenga mucha confianza, pero, ¡nos conocimos ayer!

-Oh, vamos. Lo conocí ayer en la fiesta. Seguro que Héctor hace lo mismo con todas. Es una persona confiada y punto -me niego a aceptar lo que dice.

-Nena -Leila se pone enfrente mía.-A mi no me engañas.

Leila me mira a los ojos fijamente.

-Que no te engaño Leila. ¡Lo conocí ayer! A-yer, no saques conclusiones precipitadas. Es como si te digo que entre Fernando y tú hay algo -me defiendo.

Leila pone los ojos en blanco, se gira y sigue caminando. No sé si se ha sentido ofendida o algo pero es que en esto no tiene razón...¿O sí? No, no y no.

 No digo nada en el resto del camino, hasta que llegamos a mi casa.

-Bueno, ya nos veremos -digo, mirando al suelo. Pero después alzo la vista.

-Sí, ¿mañana quedamos para ensayar? -me pregunta, más bien rogándome.

-No sé, quedan pocos días de vacaciones y aún me queda un poco de deber -me excuso. Es la verdad, además, quiero disfrutar de lo que queda de verano.

-Porfa, porfa, porfa. Venga Vicky, que si ganamos el concurso será genial -gesticula entusiasmada.

No sé que decirle, está siendo muy insistente.

-Ya veré -le contesto por fin, sin saber muy bien que hacer.

-Vale -ya no está tan ilusionada, pero se conforma con mi respuesta.-Ya me dices, adiós.

Se despide y entro en el portal. Subiendo en el ascensor, oigo voces, que cada vez que subo, se oyen más. Reconozco a mis padres y cuando se abre el ascensor veo a un policia, a mi madre, a los vecinos de enfrente  y a dos que no conozco. Me fijo en que van esposados.

-Eh, hola -saludo. El ambiente está en tensión, lo noto. Mi madre me coge y me lleva dentro de casa. ¿Qué pasa?

-Cariño, esos de allí nos han intentado robar -mi madre habla susurrando.-Todo ha sido porque los vecinos subían y han visto su casa abierta, entonces, han entrado, se han "escondido" para ver que pasaba y han visto que han salido los ladrones e iban en dirección a nuestra casa, nos han llamado corriendo y ya les hemos pillado.

No me lo puedo creer. ¡Casi nos roban! Tampoco hubiera sido lo peor, pero...

Volvemos afuera y me doy cuenta que aún voy con la ropa para bailar, pero no me voy a cambiar. Me espero a que acabe todo el lío.

Un rato después, los chicos esos tienen una  buena multa y se van.

-En fin, ya he acabado por aquí -dice el agente.-Ya te puedes ir a cambiar de ropa jovencita, que veo que vienes de correr o algo.

Se ha dado cuenta.

-Sí, he estado bailando y tal y pues entonces -contesto, algo avergonzada.

-Mi sobrina también baila. Va a una academia de aquí, en Madrid -explica él.

¿Otra más? Últimamente esta conociendo a mucha gente nueva que baila en mi misma academia.

-Yo también. ¿Pero va a la oficial o a otra? -espero no resultar demasiado curiosa.

-A la oficial, a la oficial. Se llama Ángela. Me tengo que ir, lo siento. Adiós.

Abre la puerta del ascensor y comienza a descender.

-Que coincidencia -comenta mi madre, sonriente.

-Sí, jeje. Me voy a ducharme. Hasta ahora.

Me despido de los vecinos y entro. ¡Ha pasado media hora! Que rápido pasa el tiempo...

Me ducho, con la radio puesta. Ahora mismo suena la canción: Happy.

-Because I'm happy -tarareo sonriente, esta canción realmente expresa felicidad.

Sonriente, me enjabono y me lavo el pelo también. Al salir de la ducha, me envuelvo en mi toalla lila, súper suave, me encanta. Entro en mi cuarto, tengo curiosidad de quién será Ángela, la sobrina del agente.

Estoy pensativa, cuando un sonido procedente de mi móvil me vuelve a la realidad. Voy y lo abro: un WhatsApp de...¿Los bailarines?

¡Es un grupo! Lo ha creado Leila y en él estamos Héctor, Fernando, ella y yo. ¿Cuándo se han intercambiado los números? No me he fijado.

Dudo en salirme, aunque tampoco quiero parecer una borde. Por ahora, me espero y no me salgo.

-Heeeeey -escribe Leila, con al lado una carita sonriente.

Al instante, Fernando también saluda:

-Jaja, yeeee.

-Holi -añado yo, por decir algo. Solo falta Héctor.

Ahora que lo pienso, me lo añado a contactos?

Mírame, sonríe y sueña.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang