Decido dejarlo para más tarde, ya veré si le añado...
Me paso el resto del día en casa, hasta que mis padres me dicen:
-Vicky, arregláte que hemos quedado con María y Juan Carlos.
María y Juan Carlos son unos buenos amigos de mis padres. Quedamos a veces con ellos. Tienen una hija llamada Raquel, muy simpática y tiene un año menos que yo. Es muy graciosa y me lo paso bien con ella.
Sonrío, son las ochos y hemos quedado a las nueve y media. Tengo tiempo.
Pongo música: This is the life, de Sweet California.
Elijo un vestido veraniego, pero formal y me maquillo un poco. Me sonrío en el espejo y en un pequeño rojo bolso meto el móvil.
<<Jajajaja>> un minion, un WhatsApp.
-Hola -es un número desconocido y por la foto, sé que es Héctor.
-Maldición, ¿y ahora que hago? -pienso.
Lo ignoro y apago el móvil. Quedan veinte minutos aún, pero aprovecho y me pongo a leer: ¿Puedo soñar contigo? De Blue Jeans. Me encantan Raúl y Valeria, son muy monos juntos.
Me he entretenido mucho, porque llegan mis padres enseguida.
-¿Ya? -miro el reloj. ¡Qué rápido se me ha pasado!
Bajamos al garaje y subimos al coche.
-¿Dónde hemos quedado? -pregunto.
-En un restaurante, cerca de su casa. Nos han contado que es nuevo y está bastante bien.
Asiento y me pongo a mirar por la ventana. Las imágenes de esta mañana de los ensayos me vienen a la cabeza. Vuelvo a mirar el móvil, tengo otro WhatsApp suyo: ¿por qué no me contestas?
Y un emoticono al lado triste.
Le pongo un hola al fin y resoplo.
-Wiiiiii -escribe en un instante.
-Jajaja -respondo. Que entusiasmado se ha puesto.
Pero ya hemos llegado al restaurante y tengo que bajar del coche.
-Vicky -oigo gritando la familiar voz de Raquel, me saluda desde la otra punta del restaurante, está al lado de sus padres. .
Que vergüenza, ¿por qué ha tenido que gritar mi nombre? Medio restaurante se ha girado hacía mí.
<<Haz como que no eres tú y mira a otro lado>> me digo, pero es inutil, me vuelve a llamar y agacho la cabeza. A veces puedo ser muy vergonzosa.
Vamos hacia allí y nos damos dos besos, también saludo a sus padres.
-¿Qué tal? -me pregunta, sonriendo.
-Bien, no quiero que se acaben las vacaciones pero bueno, ¿y tú?
Se ríe.
-Bien también. ¡Oye! ¿Te vas a presentar a eso de bailar? Lo he visto por la calle -me explica.
Pues si que están promocionando el casting, sí...
-No lo sé aún -respondo, sinceramente.
-¡Es en una semana, tía! -exclama.
-¿Ah sí? -murmuro, sorprendia.-Creía que era en dos semanas.
-No no -niega.
Entonces tenemos poco tiempo para ensayar.
Seguimos hablando pero un montón de minions suenan.
-¿Y eso? -Raquel se ríe.-¡Qué monos!
Yo también me río, pero con menos ganas. ¿Qué querrá el chaval este?
Lo abro...¡10 WhatsApps!:
-Jeje, que haces? yo jugar a la play XD, ola?, eo, vicky?, stas?, eoeoeo llamo a los bomberos, ok no, eso es una canción, pero estas?
Suspiro, ¡qué pesado!
-¿Quién es? -me pregunta Raquel, curiosa, intentando ver el contacto.
-Nadie, un pesado -respondo, sin darle mucha importancia.
Pero me doy cuenta de que estaba grabando un audio, y...¡se ha enviado! Maldición, maldisión como diría Leila...Intento darle a que no se envíe, pero ya es demasiado tarde...¡No, no, no!
Y dos ticks.
Pfff...pensará que soy una borde.
-No iba en serio -escribo rápidamente.
Pero después llega el camarero y vuelvo a apagar el móvil.
-¿Qué vais a pedir, guapas?
-Ehhhhh -dudo y miro a Raquel, ella está igual.- Apuntate lo de ellos primero.
Nos dedica una sonrisa y va hacia nuestros padres. Mientras, Raquel ya está mirando la carta.
-Yo unos ravioli a la bolognesa -me dice, sin apartar la vista de la carta.
-Yo también -añado- Pide por mí, porfa.
Mientras vuelvo a sacar el móvil y : Lo siento, solo quería hablar contigo, pero ya veo que soy un pesado, perdona miss ocupada, adiós.
Eso me ha dolido, y bastante. ¿Pero por qué? ¡Solo lo conozco de hace un día!