• El prólogo •

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El prólogo es un capítulo de la obra que puede ser escrito por el autor o bien por un tercero que conozca muy bien dicha obra. Esta herramienta permite orientar al lector, presentar al autor de una manera breve, y sirve también para que el escritor aporte detalles sobre el proceso de elaboración. Debe ser muy objetivo, ubicando temporal y espacialmente a los lectores.

Igualmente, debe enganchar a los lectores, generando cierta intriga que persuada a los lectores a adentrarse en la obra. Para conseguir esto, se puede presentar una escena donde se resalte alguna acción importante, o que permita presagiar lo que va a suceder en la obra. También, puede ser una manera de permitirle al lector conocer brevemente a alguno de los personajes.

Muchos escritores aconsejan escribir el prólogo cuando la obra ya esté finalizada o a punto de terminar, para que sea más fácil abordarlo y darle un sentido que conecte con el resto del texto. Pero no es una obligación, siempre y cuando se tenga claro el sentido que se le quiera dar.

Entonces, en resumen, la mayoría de los prólogos cumplen dos funciones básicas:

• Informan sobre lo que puede suceder a lo largo del libro.

• Impresionan o atraen al lector, para que decida continuar con la lectura, de alguna manera puede llegar a incitar al lector a conocer más sobre el libro.

El prólogo puede ser usado como una historia preliminar al libro donde se revele la misión de la obra, por lo que es aconsejable incluir la historia detrás de los eventos principales, o de sucesos importantes para los personajes principales.

Algunos consejos éspecíficos que pueden ser útiles a la hora de crear el prólogo:

1. Haz un borrador (o muchos) para que tengas ideas muy claras y puedas quitar, agregar, cambiar, organizar lo que quieres expresar.

2. Debes escoger el tipo de prólogo que más se ajuste a tu historia y a tus gustos. Siempre debes pensar en cómo el prólogo afectará el desarrollo del libro. Debe ser muy coherente con el primer capítulo, aunque no debe resumirlo o dar detalles muy importantes sobre este porque lo puede volver aburrido, si no tienes cuidado.

3. Si quieres recrear una escena, debes pensar en una que sea dinámica y que genere recordación, debes utilizar los cinco sentidos para lograr que el lector se enganche en ella, piensa como si estuvieras dentro y expón tu idea de manera que el lector acceda y quiera seguir leyendo. Tu escena debe ser poderosa.

4. Evita que haya saltos de tiempo o cambios bruscos, esto puede hacer que el lector se pierda y tenga una percepción errónea, es mejor tratar de tener uno o dos periodos de tiempo para que no se vuelva extenso o tedioso.

5. Si quieres hacer un prólogo narrado por un personaje, trata de meterte en el papel, imagina muy bien su edad, personalidad, género, estilo de comunicación; debes explorar desde su perspectiva, para generar un poco más de familiaridad.

6. Por otro lado, si pretendes revelar momentos de la vida o historias de algún personaje, es importante que incluyas tantos detalles como puedas, si estos son interesantes, muchísimo mejor, no olvides que todo debe tener una conexión con la historia y su desarrollo.

7. Por último, si lo que se quiere es contar la historia desde el punto de vista de uno de los personajes, o sea, si la historia es desde la perspectiva del personaje A, el prólogo, puede ser hecho desde la perspectiva del personaje B; este tipo de prólogo puede ser útil cuando la perspectiva del personaje B no aparecerá más en la historia y se busca que sea un hecho que afiance y genere atracción.

8. Se breve y directo, trata que de tu prólogo no ocupe más de tres o cuatro páginas, aunque existen muchas opiniones de que entre más breve y conciso mejor.

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