Madeleine tiene un gran problema: sueña todas las noches con un chico que no conoce y el verdadero inconveniente es que, lejos de incomodarla, comienza a desarrollar sentimientos por él.
¿Podrías enamorarte de alguien que has visto sólo en tus sueño...
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𝓲𝓽𝓪𝓵𝓲𝓪𝓷 𝓰𝓪𝓵𝓵𝓮𝓻𝓲𝓮𝓼
(⁰³) Pero noto entonces que algo ha pasado
Porque me di cuenta de que tú también
sin siquiera haberlo imaginado
estabas bien debajo de mi piel
Florianópolis, Brasil, América
Luca golpeó la almohada con muchísimo dolor disfrazado de enojo. Había soñado con ella, y ese no era el problema, porque ya estaba acostumbrado a ello, el problema era que le había gustado, y eso estaba mal. Porque no podía gustarle ver a alguien que no conocía en sus sueños. Que le gustase soñar con ella era el primer paso para perder la cabeza.
Se dejó caer sobre el colchón, rindiéndose.
Su madre lo miraba desde el umbral de la puerta. Estaba bastante preocupada, y se preguntó si había sido buena idea despertarlo, sabiendo que éste no había podido dormir bien.
—Luca... ¿estás bien? —preguntó Alma, viendo como su hijo abrazaba su almohada, escondiendo su cabeza en ella.
—Soñé con ella —dijo en respuesta.
—Ah... —soltó Alma— y... ¿sucedió lo mismo de siempre?
Luca abrió la boca para contarle todo, pero la cerró instantáneamente. No quería contarle ello. Ése había sido el único sueño distinto, y lo quería conservar en su mente. Quería que fuera algo sólo para él.
—Sí... pasó exactamente lo mismo.
—Oh... lamento despertarte, no sabía que te iba a sentar tan mal.
—Está bien... de todos modos, supongo que me despertaste por algo, ¿no? —Le sonrió a su madre. Que él se estuviera volviendo loco no era culpa de la mujer.
Sí, Luca esperaba que su madre lo hubiera despertado por una razón que realmente valiera la pena. Ese había sido el único sueño que lo había hecho sentir bien desde hacía meses, y si había sido interrumpido sólo para que le contaran algún dato curioso sobre el chocolate, tomaría todas sus cosas y se iría directamente a Buenos Aires.
—Sí... te quería contar que encontré lugares para un vuelo mañana a la noche, no sé qué te parece.
Luca quedó un poco aturdido, ya que la información era un poco fuerte, y tenía que sumar el hecho de que acababa de despertarse, y que en las mañanas su cerebro no funcionaba del todo bien.
—Me parece bien... creo. Me gusta la idea de ir lo antes posible a un lugar en el que entienda el idioma.
—Y hay muchas galerías de arte por la zona —comentó y los ojos de su hijo se iluminaron— Se habla alemán por allá, no sé si te lo había comentado, pero te lo repito.
