Capítulo 8

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Al salir del partido decidimos irnos todos a cenar a un Telepizza. Yo soy escorpio, entonces me parecía muy buena idea, aunque luego no tendría forma de llegar a casa, pero esperaba que Aga me dejase dormir en su casa. Cogimos el último bus 14 que había circulando, el que nos llevaba a la Ronda de Puteiro. Resultó que no era un Telepizza lo que había allí, era un Domino's, pero venía siendo lo mismo.

Allí pedimos el combo de come, bebe y muérete de diabetes. Primero eligieron los heteros de mierda (menos Manuel, que es marica) pizza de mucha carne y esas cosas. Aga intentó pedir una carbonara pero nadie le hizo caso y se puso chikita. Yo solo quería comer, pero a poder ser la boca de Baby.

-Bua, que buena pareja hacen Zoe y Baby.- Dijo Martín, mientras vomitaba. Manu se agobió y se fue a casa porque estuvo a punto de desmayarse, y Enrique si llamaba a la ambulancia, iba a llamar al Telepizza y ya estábamos allí, y se iban a reír de él, y no queríamos ver como se reían de un subnormal. 

Vi como Clara tiraba su bebida """"sin querer""" encima de Baby, y todo el suelo acabó empapado, a lo que él se cambió de sitio, sentándose en la silla en la que estaba antes Manuel. AHORA LE TENÍA AL LADO.

-¿Quieres más servilletas?- Le pregunté, a lo que Aga enfadada contestó que se decían <<selvilletas>>.

-No jajajaja gracias.- Me sonrió y le devolví el gesto. Aga, Susi y Clara me lanzaron una miradita. Jeje, mis libra, acuario y capricornio de confianza.

Susi y Aga pretendían pedir una pizza con piña, pero nadie las apoyó en su decisión y al final esa pizza nunca llegó. Se pusieron muy tristes, se querían morir. 

Seguimos comentando durante la cena el partido de hoy. Todos recordábamos el momento final, cuando Baby encestó el triple decisivo. Él estaba muy tímido.

Terminamos de cenar y nos fuimos del sitio. Llovía pero decidimos ir andando hacia Los Rosales, en donde vivían todos.

-Tía, mi madre me ha dicho que no te puedes quedar a dormir hoy.- Me dijo Aga. Me disgusté bastante, no sabía que hacer. Podía pedirle a Clara que me acogiera en su casa o a Covadonga, aunque ella no estaba allí hoy.

Baby que estaba al lado mía escuchó la conversación.

-Puedes venir a mi casa si quieres.- Me dijo. Morí.- Hoy no hay nadie y necesitas un techo en donde dormir.

-No hace falta en serio, puedo pedírselo a Clara o a Cova.

-Amiga, si Baby te invita, en mi casa no entras.- Me gritó Clara desde el otro extremo del grupo. Me puse roja y todos lo notaron.

-Bueno, pues si no te importa mucho voy. Muchas gracias.- Le dije.

Me sonrió y se puso a hablar con Manuel y Enrique. 

Tardamos veinte minutos en llegar a Los Rosales. Acompañamos a todos a sus respectivas casas ya que nos quedaban de camino. Baby era el último en llegar a su casa. Entramos en el portal y subimos hasta el séptimo. Su casa era bastante moderna y blanca. Dejé las cosas en el salón, una habitación blanca con un sofá enorme con cojines morados. Había un armario en donde tenía una botella de Whisky con un escorpión. UN ESCORPIÓN DE ESCORPIO. Otro rollo el whisky. 

La verdad es que estaba muy cómoda en su casa, una vez dentro los nervios se fueron.

-¿Quieres beber algo?- Me señaló la botella de whisky y se rió. 

-Dale.- Me reí.

Estuvimos bebiendo hasta las dos de la madrugada, cuando Baby ya estaba algo contentito y le quité la botella. Yo también iba un poco mal pero nos lo estábamos pasando genial. Teníamos temazos sonando en el Spotify. Me cogió la botella y siguió bebiendo y cuando vio mis intenciones de quitársela echó a correr por toda la casa. Le empecé a perseguir riéndome. Llegamos hasta su habitación en donde se paró y me ofreció la botella. Bebí aunque una media parte de la bebida se me fue por fuera de la risa. Él se estaba riendo muchísimo también.

-Este whisky es muy escorpio, en fin otro rollo.- Dije.- Me gusta mucho.- Dije mientras me reía.

-A mí me gustas tú.- Contestó. Un cosquilleo me recorrió todo el cuerpo y acto seguido se acercó a mí y me pegó a él con brusquedad. Estuvimos unos segundos mirándonos hasta que rápidamente juntó sus labios con los míos. Comenzó a llevarme hasta la cama mientras seguía besándome aunque en un trayecto algo torpe hasta que me tiró en la cama.

Se puso encima mía y acercó sus labios a los míos. Noté su respiración agitada.




[AGRADECIMIENTOS A EMSI POR LOS DATOS DETALLADOS DE LA CASA DE BABY MADRE MÍA EL FINAL DE CAPÍTULO AHORA OS JODÉIS Y TARDO MEDIA VIDA EN SUBIR EL SIGUIENTE JEJE]

El AbogadoWhere stories live. Discover now