The Prince © 𝐝. 𝐦𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲 🐍

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 El prisionero de Azkaban ❅ Capítulo 5

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Después de la hora de la comida la siguiente clase que debía tomar Saraphine era la de Estudios Muggles la cual había comenzado hacía cinco minutos y Sara, quien no conocía el lugar y no tenía en esa ocasión a Emerald para ayudarla, había llegado tarde.

Tras encontrar finalmente la clase, entró con suma rapidez disculpándose con sus demás compañeros y con la profesora Charity Burbage, quien, se la quedó mirando con asombro de arriba abajo al llegar.

—Señorita...

—Prince—respondió Sara rápidamente

—Señorita Prince, creo que se ha equivocado de aula, me temo—comentó la profesora Burbage, al darse cuenta del color de su uniforme.

—¿Eso no es Estudios Muggles? — preguntó de vuelta Prince, mirando a su alrededor.

—Así es. ¿Acaso va a tomar esta clase?

—Hasta donde yo sé, sí, a no ser que no pueda tomarla, en cuyo caso me iré— respondió Saraphine extrañada ya que no se esperaba para nada aquello. No solo se había dado cuenta de la extrañez de la profesora al verla, sino incluso de sus compañeros. —¿Entonces, hay algún problema? —insistió Saraphine, al ver que no había respuesta.

La profesora entonces pareció volver en sí y negó rápidamente con la cabeza. —Ninguno, señorita Prince, puede tomar asiento— animó a su alumna con un movimiento de mano. Sara asintió levemente con la cabeza y caminó hasta un lugar disponible, que curiosamente era al lado de Granger.

—Hola de nuevo— la saludó Sara dejando sus libros sobre el escritorio.

—Sí, hola— respondió Hermione pero sin muchos ánimos lo que le pareció curioso a Prince ya que juraría que no le había hecho nada a la joven Granger, ¿o sí?

—Señorita Prince, ¿tiene algún conocimiento sobre Muggles? — quiso saber entonces su profesora—No se lo tome como algo personal, pero los alumnos de Slytherin no optan por esta clase y se nos ha extrañado a todos verla aquí.

Fue entonces que Sara recordó lo que le había dicho Black esa misma mañana: Serás la única de nuestra casa en Estudios Muggles. Al principio no se lo quería tomar de verdad, pensó que sería una broma de su compañera, pero al parecer iba en serio ya que, tras las palabras de la profesora se dio el tiempo de observar a los demás alumnos y efectivamente, era la única de Slytherin presente en la clase.

¿Por eso tanto drama? Pensó Prince.

—Así es, mis padres son nomagos, quiero decir... muggles. Mis padres adoptivos al menos—respondió la castaña con sinceridad y la respuesta de sus compañeros fue un sonoro "oh" entre asombro y extrañeza.

Saraphine seguía sin entender nada, mientras tanto, la profesora asintió repetidamente—Entonces supongo que no tendría ningún problema en mantener el ritmo.

—Eso espero profesora.

—Bien, pues, con la llegada y sorpresa de nuestra última alumna, doy por empezada oficialmente la clase de Estudios Muggles. Saquen sus libros por la página cinco.

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Extraña, esa era la palabra con la que más se sentía representada ese día Saraphine. La clase de Estudios Muggles no fue para nada complicada para ella, al menos hasta la fecha, pero podía sentir la incomodidad de sus compañeros de clase por estar ella presente, y no llegaba a comprender por qué. ¿Sería por ella? Al principio lo pensó, pero lo dudaba en ese momento ya que, no había hecho o dicho nada que pudiera incomodar a los demás, a no ser que fuera por otro motivo, un motivo que a Sara sentía que no llegaba a entender y que se le estaba escapando de las manos.

Motivo que todavía no había tenido el momento de llegar a comprender, pero que lo haría a futuro.

Una semana había pasado desde la primera clase de Estudios Muggles y comenzó a odiar ir allí, ya que se sentía fuera de lugar. Ese día, estaba poniendo rumbo a la clase de la señorita Charity cuando sintió la necesidad de contarle por encima a Emerald, aunque la morena tampoco le dijo nada que hiciera saber a Sara porqué estaban tan incómodos con ella. Pero si que le dijo que se pasaría un día que tuviera tiempo ya que Saraphine le había mencionado por encima que en aquella aula cosas de Muggles había, pero ninguna útil realmente, tan solo basura en general. Recordó incluso que, durante una de sus clases de la semana anterior se percató de la carcasa de avión que disponía el aula e hizo un drama por ello, drama justificado claramente, aunque sus compañeros no llegaron a entenderlo. A lo mejor Hermione sí, ya que se enteró que era nacida de Muggles, fuera lo que fuere que significara aquello más allá de que había nacido en una familia que no poseía magia.

Saraphine llegó al aula algo más temprano que los demás y se dispuso a sentarse en su lugar, el pupitre que compartía con Granger y Lomgbottom. Sus compañeros no tardaron en llegar y fue entonces, cuando estaba absorbida en sus pensamientos que oyó una voz ya familiar para ella a sus espaldas:

—¿Por qué? —Emerald se encontraba observando el cúmulo de objetos amontonados en el suelo y las estanterías desde la entrada del aula.

Cualquiera que se fijase lo suficiente podría notar el tic en su ojo izquierdo— ¡Profesora! Es usted consciente de que todo lo que hay en esta sala se cataloga como basura.... Por Merlin, que esto es insalubre.

La sala había caído en un silencio sepulcral, ningún alumno se atrevía a moverse ni un ápice o decir algo.

—Black. Mira detrás. —La voz de Prince interrumpió su agresivo monólogo. La morena no se hizo de rogar y giró sobre sus talones, la siguiente escena fue casi cómica ya que los ojos por lo general grisáceos de Emerald se abrieron hasta competir con los de una lechuza.

—¿¡PERO QUÉ HACE AQUÍ UNA CARCASA DE AVIÓN!? —Exclamó fuera de sí, alzando más la voz de lo normal, sus ojos dando un leve destello verdoso que rápidamente se apagó— ¡Que está roñoso! ¡Qué intentas abrir la puerta y se te cae encima! Señor, por todo lo sagrado.

— ¿Lo ves, Longbottom? No soy la única que se sorprende por ello —Murmuró la castaña al Gryffindor, viendo de reojo al joven con la boca abierta aun procesando el comportamiento de la Slytherin morena.

Cuando llegó la hora, la profesora comenzó la clase y al ver el interés de Black por las cosas Muggles la animó a quedarse, ofrecimiento que Emerald rechazó por completo con la excusa de que no quería que le diera un ataque al ver tanta basura en el aula. Tras aquellas palabras, procedió a despedirse con un movimiento de cabeza a Prince y desaparecer por la puerta mencionando palabras poco dignas de una dama, negando con la cabeza a su vez, como si no se lo acabara de creer del todo.

Saraphine vio todo con una sonrisa en el rostro. Aquella escena con Emerald le había relajado un poco y pudo liberarse de la sensación de pesadez cada día que llegaba a esa clase. Algo que agradeció internamente, pero que nunca llegó a mencionar a Emerald y aunque había muchas cosas que todavía no lograba comprender de aquella escuela, algo tenía muy claro: Emerald no volvería a pisar Estudios Muggles, ni aunque le pagaran.