Entre tormentas y arcoíris (lgbtqia+) (Completada✔️) Publicado por planeta

Ella

🎶Hold On - Chord Overstreet 🎶

Presente

Veo un desfile de luces rojas, azules y blancas abrirse paso en la oscuridad de la noche mientras lucho por alcanzar su mano, pero está demasiado lejos, la están alejando de mí.

Por un momento me quedo de pie sin saber muy bien qué hacer, hasta que una persona con el rostro borroso llega hasta mí y me toma de los brazos para evitar que siga caminando, pero no puedo detenerme, necesito llegar hasta la camilla donde yace Leigh; necesito tocarla y saber que sigue respirando; necesito decirle que todo estará bien, que estoy aquí. Pero ni siquiera puedo mantenerme de pie.

Comienzo a sentir un fuego infernal que amenaza por convertir mi pecho en cenizas. No puedo respirar. Ya no veo a Leigh por ninguna parte. La persona del rostro borroso me habla, pero no puedo entender ni una palabra de lo que dice.

Debo llegar a ella.

—Necesito que me responda unas preguntas. ¿Conoce a la chica que ha tenido el accidente? ¿Estaba aquí? —escucho una voz femenina, pero soy incapaz de responder.

La sensación de fuego solo aumenta al escucharla. No puedo procesar sus palabras, ni siquiera puedo ver qué carajos está ocurriendo a mí alrededor. Necesito aire. Necesito saber que ella está bien. Tiene que estarlo.

—¿Dónde está? —pregunto con desesperación mientras miro hacia todas partes, hasta que logro divisar las puertas de una ambulancia cerrándose—. No pueden llevársela —grito—. Tengo que estar con ella.

Es entonces cuando me doy cuenta que ese ardor que siento es el miedo y la desesperación queriendo dominarme, pero no puedo dejar que eso ocurra.

Aparto a la mujer que tengo al lado y corro hacia la ambulancia.

Inhala, exhala, inhala, exhala..., escucho sus palabras en mi cabeza, cuenta hasta diez, tu puedes hacer esto.

Estás bien, no pasa nada, me decía, estoy contigo. Te tengo.

Le hago caso incluso si no puede decírmelo. Leigh siempre me cuida, ella me protege de mi propia mente. Sin ella no soy nada.

Tiene que estar bien, no hay otra opción.

Cuando llego al vehículo me encuentro con un paramédico de piel de colores gracias a las luces de la baliza.

—Tiene que dejarme ir con ella —le suplico, mis ojos arden, mi boca me escuece, siento que todo me duele—. Por favor.

—¿Estuvo durante el accidente? —cuestiona con voz grave—. ¿Tiene alguna herida? ¿Cree que necesita atención médica?

—¡Lo que necesito es que abra esa maldita puerta y me deje ir con ella! Me necesita —digo, pero en realidad soy yo la que la necesita a ella.

El paramédico se queda un momento sin hacer nada mientras mira hacia algún punto detrás de mí, donde está la mujer de hace unos segundos.

—Muy bien —dice luego de lo que parecen siglos. Toca las puertas y pide que las abran. De inmediato soy impactada con una fuerte luz blanca y la peor escena que he visto jamás: Leigh siendo conectada a miles de cables mientras alguien exclama que deben darse prisa o la perderán. Me quedo helada—. Puede subir, pero tiene que ser de inmediato.

Me niego a procesar lo que acabo de escuchar y le hago caso al paramédico. Estoy temblando desde la punta de los pies hasta la cabeza.

Me subo con dificultad a la ambulancia mientras me indican que tome asiento en un rincón. Lo único en que puedo pensar es en que por fin puedo tomar su mano, pero está helada y llena de heridas y sangre seca. Me impido soltarla.

—Se está estabilizando, pero no podemos perder más tiempo —dice alguien—. Hay que darnos prisa, debemos partir ahora ya.

Todo se vuelve un caos cuando la ambulancia se pone en marcha a toda velocidad. Mi respiración se hace más dificultosa y Leigh sigue sin moverse, hay un horrible sonido que me taladra la cabeza sin piedad. Los signos vitales.

Siento que alguien se sienta a mi lado con un lápiz y una libreta.

—Necesito que me responda unas preguntas sobre la señorita —dice la misma mujer de antes.

La miro sin soltar la mano inerte de Leigh. Tiene el cabello afro y corto, se mueve en todas direcciones debido al viento de afuera. Su piel achocolatada luce brillante debido al sudor que debió causarle todo el ajetreo. Me mira con compasión, pero también con determinación. A ella no parece importarle que esté muriéndome por dentro.

Pero, en realidad, ¿qué importa? ¿Cómo podría importarle yo cuando Leigh podría morir en esa camilla?

—Necesito que me diga el nombre de la chica.

—Leigh —murmuro—. Se llama Leigh Callen.

—De acuerdo. ¿Sabe qué es lo que ocurrió? ¿Hay algún familiar al que podamos contactar?

Mi mirada se dirige automáticamente a la morena que lucha por mantenerse respirando.

¿Que si sé qué ocurrió? Claro que sí.

Fue mi culpa.

Y para entenderlo hay que volver varios meses atrás.

En Instagram hice una encuesta para ver si querían leer el primer capítulo y como todos dijeron que sí... no me aguanté xd.
En serio necesito que lean esto:(
Desde el lunes empezaré a subir este libro. Las actualizaciones probablemente sean cada 3 días hasta subir todo lo que tengo escrito, luego iré actualizando a medida que vaya escribiendo.
Espero les guste.
Realmente hay un pedazo de mi alma aquí🥺.