Volver a nacer (EN PAUSA)

C A P I T U L O D I E Z

¿Alguna vez en sus vidas sintieron que todo iba tan bien que debía pasar algo malo?
Bueno, si bien no es un sentimiento muy agradable, no se puede hacer nada en contra de él, así que ahí se encontraba Leandro. Creyendo que todo era demasiado bueno para ser real y preocupado porque en algún momento, algo sucedería.

Algunos creerán que solo es paranoia, otros estarán de acuerdo con que las cosas son así. El punto es, que Leandro tenía razón.

Los padres de Ivy no la buscaron cuando escapó. Sabían que ella no tenía nada y que viviría sola hasta morir de hambre o frío. Sin embargo, ellos descubrieron que tenía a un magnate a sus pies y decidieron atacar.

Aún no sabían cómo, solo podían ver la cantidad de dinero que sacar de la situación.

Por lo que todos los días estaban al acecho, esperando para avanzar. Observaban desde las sombras la rutina de ambos. Esperaban las horas que hicieran falta para encontrar el punto débil que les diera lo que querían y salirse con la suya.

Siendo las personas que eran y el lugar donde vivían, estaban metidos en actividades sospechosas, que podrían acabar mal. Pero en este momento, vivir así, les estaba siendo de ayuda.

Sin embargo, eso es algo sobre lo que profundizaremos más adelante.

Por ahora volvamos al departamento de Leandro. Donde ambos descansaban ya que era temprano en la mañana y aún no comenzaban su día.

Ivy y su papi habían dormido juntos, ya que la pequeña tenía miedo de la oscuridad que veía por su ventana dentro de su little space.
Ésta fue la primera en despertar, aún dentro de su espacio sano y decidió despertar a su papi con pequeños besitos de mariposa sobre su nariz...

¿Qué tal si les cuento cómo son los besos de mariposa?

Hacía tan buen día esa mañana que habían salido a un pequeño  parque de cerca del departamento, simplemente para tomar un poco de aire fresco y despejarse viendo la naturaleza.

Ivy caminaba dando pequeños saltitos de la mano de Leandro, sin embargo, la niña se soltó y corrió hacia una hilera de arbustos que estaba llena de flores de diferentes colores, allí había de todo un poco, e Ivy estaba fascinada admirando la belleza del lugar.

Desde esa primera vez en la que Ivy entró en su little space, no había salido, por lo que veía todo con sus ojos llenos de inocencia. El gran hombre había decidido tomar asiento a poca distancia de donde la niña se encontraba, para observarla. Sin embargo, ésta le daba la espalda, por lo que no vió la intención de la pequeña de tocar las espinas de las rosas.

Al momento en el que la rosa lastimó el pequeño dedo de Ivy, ella quería soltar un alarido de dolor, pero mientras tomaba aire, una mariposa chiquita se posó sobre su nariz y luego aleteó hasta el dedo índice de la niña y ésta se quedó admirando al bello insecto que tenía enfrente.

A los pocos segundos la mariposa voló nuevamente y se marchó, por lo que Ivy dió media vuelta y comenzó a gritar:

-¡Papi! ¡Papi! ¡La mariposa me dió un besito en la nariz! ¡Vió que me dolía mí dedito y me dió un besito!

Al escuchar que su dedo dolía, Leandro corrió a ver qué había sucedido.
-¿Te lastimaste, amor? Debes tener cuidado, por favor. Y me alegra muchísimo que la mariposita te diese un besito.

Ivy había olvidado completamente que se había lastimado, no dejaba de pensar en el bello insecto que compartió de su amor con ella, al menos eso era lo que creía ella.

Bien, ahora volvamos al presente, donde la pequeña soltaba risitas intentando despertar a su papi, que en realidad estaba despierto hace rato y fingía dormir para ver qué hacía su niña.

Al no lograr despertarlo, Ivy lanzó un suspiro y Leandro decidió que era el momento ideal para arrancar a su pequeña presa y ahogarla en besos y cosquillas.

Las carcajadas resonaban por toda la habitación y los gritos que suplicaba, también.

- ¡Papi! ¡Ya papi! ¡Papi! ¡Por favor!¡Son muchas cosquillas papi!-. Finalmente se detuvieron y mientras la pequeña observaba con una gran sonrisa en el rostro y mucha agitación por el momento anterior, Leandro decidió que era hora de ir a desayunar.

Vistió a Ivy y bajaron a ver qué desayunar. Al final, un biberón con leche chocolatada y un par de pequeños panqueques adornaba el plato de la pequeña, mientras que el del gran hombre era una mezcla de huevos, tocino y café.

Desayunaban tranquilamente hasta que el sonido del timbre se extendió por toda la sala. Alguien había tocado la puerta. Leandro frunció el seño, ya que le pareció extraño que alguien llamara, y más teniendo en cuenta que nadie que él conociese sabía dónde vivía, por lo que no recibía visitas.

Se levantó de su asiento, dejó un beso en la frente de Ivy y fue a revisar quien estaba molestando tan temprano. Abrió la puerta y del otro lado simplemente saludaron con un:

-¡Hola!

Que desconcertó al hombre.

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¡Hola! He vuelto. Tengo que pedir disculpas, bastantes disculpas por todo el tiempo que demoré en actualizar, sin embargo prometo actualizar más seguido. Veré incluso si puedo actualizar un capítulo por semana y quizá un maratón en compensación por tanta espera.

Qué decir, han sucedido tantas cosas en este tiempo que me volvieron loca. Terminé el colegio, cumplí años hace poco, ya puedo leer legalmente las cochinadas de Wattpad, (no que antes no lo hiciera solo que ahora es legal), estuve de vacaciones sin señal, por lo que no podía actualizar y luego inicié actividades con la universidad, (ya necesito un descanso), más otros cambios en mí vida que tienen todo descontrolado y pues no tuve tiempo, lo lamento.

En fin, aparte de eso, quiero decirles que me pone muy muy feliz saber que la historia les gusta y que hay cerca de 44 mil vistas y muchos comentarios.
Comentarios que, por cierto, me alegran el día. Aparte, sé que varias personas me escribieron mensajes por privado, ya sea para preguntar cuando actualizaba o conversar sobre cualquier otra cosa, y necesito aclarar que si no respondí es porque tampoco tuve tiempo para eso, en serio lo lamento mucho.

Bueno, terminando porque sino la alargo demasiado, solo quiero agradecerles por seguir presentes, releer la historia, votar y comentar, me hacen muy felices.

Espero que les haya gustado el capítulo y les envío saludos, cuídense mucho.

Con amor, L.