Eleanora no deseaba nada más que dejar el mundo de la prisión y regresar a casa. A ella no le importaba menos cómo eran, siempre está notando lo bueno en las personas. No importa cuánto los odiaran todos, ella simplemente no podía. No podía verlos p...
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Observo a Bonnie con un gran mapa en frente de ella. Kai de pie junto a ella mientras me revelo.
"El hechizo se dirige hacia Virginia. Eso no puede ser correcto". Kai habló mientras fruncía el ceño en confusión.
"¿Qué estáis buscando?" Pregunté confundido mirando hacia Damon.
"Estamos buscando al Ascendente que puede sacarnos de aquí." Dice entrando en la habitación mientras me vuelvo hacia Bonnie.
"Mm-mm, el hechizo está funcionando. Me está mostrando Mystic Falls. Se siente tan... cerca". Se vuelve hacia Kai deslizando sus manos por su pecho.
Estaría mintiendo si dijera que los celos no me golpearon en el estómago. Aspiré profundamente el tsunami de emociones que se acercaba.
"Ele, ¿estás bien?" Preguntó Damon mientras envolvía sus brazos alrededor de mi cuello. Puso su barbilla sobre mi cabeza tarareando. Sonreí sintiendo que mis emociones disminuían con el contacto.
Se podría decir que soy un fanática del skinship y, por supuesto, Damon lo sabía. Recuerdo la primera vez que se puso en contacto conmigo. Fue un gesto impactante por decir lo menos. Recuerdo que todos a nuestro alrededor se sorprendieron por eso.
Todos se detuvieron al ver al vampiro de cabello negro acariciar la mejilla de la bruja. En ese momento, el resplandor no era visible. Realmente no tenían un vínculo tan profundo en ese momento.
Después de eso, se abrió con el tiempo y se volvieron inseparables. Por supuesto, además de Elena y casi todas las situaciones.
Una vez que aparecieron los originales, recuerdo que Damon echaba humo al ver la atención que estaba recibiendo.
Cómo Cleo y yo teníamos nuestros ojos puestos en ellos en todo momento. Cleo no era una gran socializadora al principio. Siempre arrastrándose detrás con ojos cautelosos. Sus ojos azules y marrones escaneando cualquier amenaza.
Toda la atención se centraría en el husky manchado marrón y blanco. Se empujaba contra mi pierna mientras la levantaba y la abrazaba. Ella se encogería de tamaño para meter su cara en mi cuello.
Ella se quejaba contra mí dejando escapar un lindo gruñido cuando intentaban tocarla o acercarse.
"He notado que has estado más habladora últimamente. No eres realmente social con gente nueva". Damon susurró con un toque de alegría mientras miraba a Bonnie y Kai.
Una tímida sonrisa se dibujó en mi rostro mientras mi pecho se calentaba al pensar en mi vínculo.
"Él es mi vínculo". Susurré lo suficientemente fuerte como para que él escuchara. Abrió los ojos de par en par cuando sus ojos brillantes se movieron hacia abajo.
"Lo siento mucho." Se disculpó sintiendo que le habían dado un puñetazo en el estómago.
Mis ojos se abrieron cuando levanté la cabeza y me encontré con sus ojos. No esperaba que se disculpara por ser protector.
"Está bien, debería habértelo dicho cuando me enteré." Susurré bajando la cabeza cuando lo miro a los ojos. Asintió con la cabeza cerrando los ojos respirando.
"Entonces, ¿cuándo te enteraste?" Preguntó suavemente una pequeña risa que se le escapó. "Por favor, no me digas que fue cuando os estabais chupando caras". Bromeó mientras mi boca se abría.
"¡Oh vamos!" Le expliqué dándole una bofetada en broma. Se rió moviendo las cejas ganándose otra bofetada.
"Fue cuando me senté frente a él. Cuando hicimos contacto visual". Respondí cerrando los ojos recordando el momento.
"¿Fue cómo esperabas?" Damon sonrió aunque no pude verlo. Sostuve una sonrisa propia al recordar el sentimiento.
"Realmente no sé lo que esperaba. Tal vez algunos fuegos artificiales o cosquillas". Me reí entre dientes sintiendo el sentimiento surgir a través de mí.
"Sentí que no podía apartar mis ojos de él. Que cada imperfección que tenía se pasaba por alto por completo. Tal vez era la sonrisa que llevaba o la forma en que sus ojos sostenían los míos. Se sentía... como en casa. Como si él fuera lo único que quería en ese momento. Recuerdo que algo me gritó que él era mi destino".
Mis ojos brillaron mientras miraba mi vínculo frente a mí. Siempre es como si nunca captara mis miradas de nostalgia.
"¿Y cómo te sentiste?" Preguntó sonriendo genuinamente sin una pizca de celos claros. Me reí un poco ya sintiendo su sonrisa.
"Se sentía irreal. Como si la voz mintiera y no fuera verdad. Pero supe que lo era una vez que me sumergí en la sensación... Suenas como un terapeuta". Bromeé limpiándome una lágrima solitaria que cayó.
"Creo que necesitas algunos mimos o un abrazo". Damon hizo un leve puchero, casi como si estuviera pidiendo que lo eligiera. Me reí dándome la vuelta para abrazarlo.
"Creo que tomaré ambos. Parece que pasará un tiempo antes de que sienta el vínculo. No importa mientras él lo sienta. Para lo que no estoy preparada son las emociones que sentiré". Hice un puchero contra su pecho mientras él mostraba una sonrisa.
"Cuéntame sobre eso." Se burló mientras yo soltaba una risita y me alejaba para sentarme. Hizo un puchero infantilmente con una ligera mirada en su rostro. Puse los ojos en blanco y, no obstante, una sonrisa en mi rostro.
"¡Está bien, presta atención Ele!" Damon fingió la voz aguda de un profesor señalando a Bonnie y Damon. Me reí a carcajadas por su intento de mirar hacia ellos. Ambos miraron con diferentes emociones en sus rostros.
Bonnie tenía una sonrisa a pesar de que se sentía ansiosa por salir. Ella siempre amó su relación, estaba algo celosa de ella. Pero mentiría si dijera que no disfrutaba de su compañía.
Kai... Bueno, Kai tenía una cara en blanco. Un rostro que no mostraba emoción alguna. Lo cual era difícil de conseguir con la sonrisa habitual o el puchero falso. Pero bajo esa máscara burbujeaba amargura.
Nunca admitiría su agrado por la chica de ojos azules. Ni siquiera se dio cuenta de que se sentía así. No se dio cuenta de que tenía el rostro en blanco o de que tenía la mandíbula apretada.
Damon sin embargo se dio cuenta mientras reprimía una sonrisa.
"Ya lo está sintiendo". Damon se rió entre dientes sacudiendo la cabeza. Kai no había notado su mirada ardiente sobre Damon. No se había dado cuenta de muchas cosas. Como cómo le picaban las manos con el deseo de golpear al vampiro. O que todos se detuvieran a mirarlo.
Sus ojos se encuentran con los míos antes de que se ablanden únicamente. Mientras su pecho se calentaba ante mi mirada inocente. Aunque estaba lejos de ser inocente, pero no digamos eso.
Bonnie se aclara la garganta para llamar la atención de todos.
"Tenemos el Ascendente, así que deberíamos irnos". Habló señalando hacia la puerta. Todos asentimos dejando el aire tenso.
"Bueno, tendremos que reprogramar los abrazos". Damon dijo mientras miraba directamente a Kai. Frunció el ceño empujando a su lado mientras se reía entre dientes.
