67. Rosas blancas

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POV Cyra

Quisiera decir que me encuentro bien, pero mentir no es lo mío. Durante toda la tarde de ayer Elara nunca se alejó de mi lado hasta que llegaron las 5 de la tarde tenía que ir a su trabajo, después de que me dijo que falto y que tendrá que trabajar el fin de semana tuve que convencerla de que estaría bien, que tenía que cumplir con su trabajo, no fue hasta que llamo a Julieta y ella dijo que estaría conmigo para no dejarme sola, hasta que mi mejor amiga estuvo conmigo ella se pudo ir en paz a su trabajo, pero no dejaba de mandar mensaje preguntando si estaba bien, si necesitaba algo, ella no dejaba de darme atención en ningun segundo.

Unos golpes en la puerta hicieron quitar mi vista de mi libro, mi hermana ya había entrado

-Dice papá...- se aclaro la garganta- dice que papá que van a sacar las cosas que no sean de Adham de su cuarto, si hay algo tuyo ahí que lo vayas a buscar, todo lo demás se quedara como está- Liane se miraba agotada, tenía unas bolsas debajo de sus ojos, sus labios partidos y la nariz un poco roja, no estaba bien, nadie lo estaba

-De acuerdo, iré a ver si hay algo mío- asintio y salió del cuarto

No puedo decir que no creí que eso le afectara porque si lo creo, eramos hermanos, discutían más que yo con él, pero al final del día eran hermanos. Deje mi libro al lado de mi cama, puse mis sandalias y salí del cuarto

-Disculpa Cyra- me hice a un lado para que Madison pasara

-¿A dónde vas?

-Sara quiere que vaya a su casa, una comida familiar supongo- asentí

-Qué te diviertas

-Gracias- dijo mientras bajaba las escaleras con prisa

El cuarto de Adham estaba justo enfrente del mío, de frente era una puerta blanca como cualquier otra, pero atrás de ella había mucho más, escuché una puerta abrirse, volteé para encontrarme con mi hermano saliendo de su habitación con una caja en su mano

-Ah- se detuvo cuando me vio- hola Cyra, solo voy...- señalo el cuarto de Adham, asentí

Él no dijo nada solo entró y dejo la puerta entre abierta suspire, si no entro hoy, otro día será más difícil

Abrí despacio la puerta entrando a su habitación, Morris se encontraba revisando unas cosas, una sensación extraña se abalanzó sobre mí, estar aquí tal vez no fue buena opción

Durante un mes nadie había entrando a esta habitación, nadie quería tocar arruinar nada, yo solo entre para buscar su libro favorito, el libro que le leía cada que lo iba a visitar

Su cama estaba un poco desarreglada, su armario estaba en perfecto orden, sus zapatos estaban en sus respectivos cajones, en su escritorio estaban sus libretas, lápices, también había unas fotos, una donde él se miraba feliz junto a mis padres en su graduación, otra donde estábamos nosotros junto a él, del otro lado estaba la televisión  plana con sus consolas de juegos conectada

Morris ponía cosas en su caja, lo que contenía un control de consola, un peine, un cargador, él seguía metiendo más cosas, unos guantes, un cinturón

-¿Todo esto es tuyo?- Morris dejo el balón en la caja para verme

-Sí, me prestaba todo, nunca le decía cuando devolverlo porque siempre era yo quien lo venía a buscar- miro el balón- era nuestros, nos lo regalo el abuelo dos semanas antes de morir- sonreí

-Estoy seguro que él hubiera querido que tú te lo quedaras- sonrió

-Si, bueno igual los guantes eran los míos, él se los quedo, yo tengo los de él en mi habitación- escuchamos la puerta abrirse, Liane entraba a la habitación

Formemos Un EclipseWhere stories live. Discover now