Formemos Un Eclipse

Extra: El permiso de la fiesta

                           Cyra

Llevamos tres meses en la universidad

Y ha pasado de todo un poco. Comenzando con que mi padre me dio el auto de Adham para ir a la universidad, ya que quedaba a las afueras de la ciudad y todos los días me tenían que llevar los choferes, bueno a mi y a Elara ya que estudiamos en la misma universidad, quisiera decir que a mi mejor amiga igual pero solo a veces ya que Ángel la llevaba la mayoría de las veces.

Elara esta aprendiendo a conducir, papá el enseña un par de veces, otras veces los choferes hacen favor de enseñarle, siempre me dice que quiere ser ella quien nos lleve a la universidad, pero mientras aprende no tengo ningún problema con eso.

Las cosas en mi familia marchaban bien, empezando con que mamá esta llegando con una psicóloga, la comunicación que tiene con mi novia no es tan buena, pero al menos ya la saluda, espero dentro de poco se lleven un poco mejor.

Con mis hermanos no hay mucho que decir, Liane sigue con Gerardo, nuestra comunicación sigue siendo la misma, aunque un par de veces menciona cuanto extraña que vayamos juntas hacia la escuela. Morris por su parte sigue siendo amigo de Beto, y ahora esta tratando de mantener una buena relación con mi madre, ya que ella igual se ha estado acercando más a nosotros, Morris siempre ha sido de jugar Futbol, pero quiso continuar el legado de Adham y ahora juega también Basquetbol, aunque pienso que se le va complicar algunas veces, pero sé que él puede.

Escuche que tocaron a mi puerta

-Adelante – deje de escribir cuando mire a Bruno en la puerta

-La comida esta lista señorita Cyra

-Gracias Bruno en seguida bajo

-De acuerdo

Cerré mi libreta, tomé mi teléfono y salí de mi cuarto

- ¿A qué hora llegaste? – mire a Liane que venia a mi lado

-Hace una hora

-Ah, yo estaba dormida – asentí – ¿Llegaste temprano?

-Sí, no había maestro de la ultimas horas, y Elara hoy salía temprano y nos venimos a la casa

-Entiendo

-La comida señoritas

-Gracias – dijimos a la vez

-Bruno – se acerco

-Dígame señorita Cyra

- ¿Y Morris?

-Esta en las canchas, dijo que en un momento vendría – asentí

-Gracias Bruno

-Con su permiso, provecho – le dimos las gracias y comenzamos a comer

- ¿Cómo te va?

-Bien, lo normal ya sabes

- ¿Amigas? – asentí

-Dos, así julieta no se pone celosa – nos reímos

-Te creo

-Hola chicas – Morris entraba al comedor

La comida transcurrió en total calma pero siempre en la mesa hacían falta sus bromas pesadas y sus regaños

Cuando terminamos de comer cada uno se devolvió para su cuarto, cuando terminé de lavarme las manos mi teléfono empezó a sonar, atendí mientras me sentaba en mi cama

-Dime

- ¿Iras a la fiesta? – fruncí mi ceño, ¿fiesta?

- ¿Cuál fiesta?