CAPÍTULO 11

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-Te felicito Clarisse. Si sigues con los ejercicios que te mandé, en unas semanas podrás caminar sin ningún problema.

Se sentía muy orgullosa. Hacía unas dos semanas finalmente le habían retirado la férula y había estado yendo a fisioterapia, los primero días fueron los más difíciles pero con el tiempo la movilidad de su pierna iba volviendo a la normalidad. Aún tenía que usar las muletas de vez en cuando pero era un alivio deshacerse al fin de esa cosa.

Le sonrió a Will. Él ya era un amigo para ella, pues gracias a que se habían estado viendo con regularidad por los chequeos, habían comenzado a crear lazos de amistad. Incluso Annabeth lo había invitado a su casa a comer en agradecimiento por todo lo que había hecho por Clarisse.

-¿Y cómo están todos? No los he visto en un tiempo.
-Bien. Nico está muy bien
- Yo no...
- Ambos sabemos que esa era la verdadera pregunta. ¿O me equivoco? - alzó una ceja y río ligeramente al ver el sonrojo en el rubio.
El joven se aclaró la garganta y siguió tomando notas.
-No olvides tomar los medicamentos y recuerda que aún no puedes hacer mucho esfuerzo.
-¿Cambiando el tema de nuevo, eh?... - el sonrojo aumentó- Descuida, sé lo que tengo que hacer.
El joven asintió y tuvo que retirarse por unos momentos. Se dedicó a revisar sus mensajes hasta que se aburrió, fue entonces cuando vio una foto de di Angelo que una idea surgió en su mente.

Con una gran sonrisa, marcó el número del chico, quien respondió al quinto timbre.

-La rue.- respondió secamente, como siempre
-¿Qué tal di Angelo. Llamo en mal momento?
-¿Por qué la pregunta?
-Necesito pedirte un favor. Estoy en el hospital por mis chequeos pero ni Annabeth ni Chris pueden venir. ¿Podrías venir a recogerme por favor?

Escuchó un profundo suspiro por parte del chico y seguido a eso el sonido de unas llaves y de la puerta abriéndose.
-Estaré ahí en diez- y puso fin a la llamada.
La chica sonrió para sus adentros y rápidamente aviso a sus amigos que Nico pasaría por ella.
Y así fue, tal y como dijo, llegó en diez minutos, con una expresión de fastidio en el rostro que le causó risa.

-Lo siento, pero fuiste el único que me respondió.
El joven simplemente suspiró y se dejó caer en la silla a su lado, sumiendose en un profundo silencio. Con el tiempo había aprendido que el italiano no hablaba a menos que deseara hacerlo, al principio era incómodo porque creía que no le agradaba pero fue entendiendo que simplemente esa era su forma de ser.

A los pocos minutos la puerta volvió a abrirse y el rubio se sorprendió de ver al pelinegro en la habitación y este solo hizo una mueca y rodó los ojos mientras susurraba algo que sonó como "Qué fastidio".

-Dis... Disculpa la tardanza - se aclaró la garganta y continuó hablando mientras procuraba no ver a di Angelo a los ojos, aunque no podía evitar verlo de reojo de vez en cuando. La situación la divertía, le gustaba poner nervioso al médico cada que podía, le parecía adorablemente divertido verlo con las mejilla rojas y tartamudeando.

-Muy bien, nos vemos...
-Disculpen necesito ir al baño- interrumpió levantándose con cuidado y señaló a Nico con una expresión que decía "No te muevas".

Se dirigió con algo de cojera al sanitario y cerró la puerta, rápidamente se pegó a esta y por una pequeña abertura observó a los jóvenes que se veían sumamente incómodos.

Dioses están bien ciegos... Hasta acá se nota que se traen ganas los desgraciados...

El sonido de un mensaje interrumpió sus pensamientos. Una sonrisa se posó en sus labios al ver que era un mensaje de Chris.

Rodríguez.

-¿Cómo te fue en la consulta?

-Todo en orden, dentro de poco podré deshacerme al fin de esas estúpidas muletas.

-Me alegro bonita. ¿Pizza y helado para celebrar?

-No creo que a Annabeth le agrade la idea de cenar pizza y helado.

-Que se joda, si no quiere que no coma.

Una sonora carcajada escapó de sus labios. Fue entonces cuando recordó que llevaba un buen rato en el baño y se apresuró en salir, cuando abrió la puerta vio que Nico y Will estaban muy cerca el uno del otro y que un ligero sonrojo cubría los rostros de ambos mientras se veían con una pícara sonrisa.

Y tenían los labios hinchados.

De haber podido se habría puesto a brincar y gritar pero le dolía la cadera, así que lo hizo mentalmente.

-Listo, ya podemos irnos.
Ambos se sobresaltaron y se alejaron rápidamente. La joven los veía con una ceja enarcada y una sonrisa triunfal tiraba de sus labios.
Aún con el sonrojo presente el italiano salió rápidamente de la habitación, no sin antes murmurar un "te veo afuera".

La joven dirigió la mirada al médico que intentaba esconder su sonrojo en vano, se acercó a él y le dio un codazo jugueton mientras alzaba las cejas con picardía, lo que aumentó el color de su rostro.

- No me lo agradezcas, pero más te vale que yo sea la madrina en su boda- guiño un ojo y salió antes de que el joven pudiera decir algo.

Sacó su celular y recibió respuesta al segundo timbre.

-¿Bueno?
-Te tengo un chismesote- dijo mientras caminaba a la salida del hospital - Tal vez no sea tan mala haciendo de Cupido.

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Hello!!!
Un capitulo cortito pero que me gustó. Amo a esta pareja y quería escribir aunque fuera un poco de ellos.

No he podido escribir como me gustaría por culpa de la escuela pero procuraré ser frecuente.

Espero que lo disfruten, voten, comente y compartan para que llegue a más lectores.

Sayonara!! 💙

"Mi salvación"    (Percy Jackson) (Chrisse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora