𝐂𝐀𝐍𝐀𝐑𝐈𝐀𝐒 | la vida de Julia Álvarez da un giro drástico cuando conoce a Pedri Gonzalez. Su vida y la del canario no eran ni parecidas, pero su amor fue más fuerte.
❝ #juliaalvarez x #pedrigonzalez ❞
🌼 está prohibida la copia y/o adaptaci...
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Julia;
Hoy por la noche había quedado junto con Paula, Matteo y Nicole ir a una discoteca de por aquí.
Por mientras tanto estaba ahora tumbada en un toalla en la playa junto con Paula.
Mi abuela había pasado toda la tarde en casa de María, la madre de el chico que había conocido ayer.
— Entonces, vas a ir a vivir a Barcelona?
— Sip, es una oportunidad muy linda para mi, Ju —respondió la canaria sonriendo.
— Estoy muy feliz por ti —le guiñe el ojo y ella rio.
— Vamos? —pregunto mientras señalaba el agua. Asenti.
Ambas nos levantamos y comenzamos a caminar al agua. Nos metimos de una y yo pegué un mini grito.
— Esta helada —dije mirando el agua.
— Es porque no estás acostumbrada todavía, ya se te va a ir el frío —respondió la rubia.
Estuvimos un rato largo en el agua. Entre risas y bromas salimos de ahí para sentarnos en unos sillones blancos. Ambas nos secamos el cuerpo antes de sentarnos en los sillones.
— Tengo una leve sospecha de algo, y creo que no me equivoco —dije rompiendo el silencio.
Ella me miró confundida.
— Matteo y tú? —alze ambas cejas.
Las mejillas de la rubia se pusieron rojizas. Sonrió nerviosa antes de hablar.
— Estamos conociéndonos mejor— admitió tímida.
— Son muy bonitos, les deseo mucha suerte —sonreí tiernamente—. Siempre supe que iban a terminar juntos —sonreí arrogante mientras la rubia se reia.
— Muchas gracias Ju —me guiño el ojo—. Tú tampoco me contaste nada eh, algún chico por Madrid?
— Nop, ninguno.
— Imposible —dijo sorprendida.
— Bueno, estuve con algunos chicos, si, pero en relación? pues no —agarre mi móvil para ver la hora.
— Puf
— A que hora vamos a la fiesta? —lleve mi mirada a la suya.
— A las once y media.
— Ah, pues son las cinco y media.
— Falta todavía —dijo la rubia restandole importancia.
[....]
— Entonces, Matteo pasa por nosotras?
— Sip, vengo aquí antes de que el venga —dijo mientras por mi parte yo abría la puerta de la casa de mi abuela.
