𝐂𝐀𝐍𝐀𝐑𝐈𝐀𝐒 | la vida de Julia Álvarez da un giro drástico cuando conoce a Pedri Gonzalez. Su vida y la del canario no eran ni parecidas, pero su amor fue más fuerte.
❝ #juliaalvarez x #pedrigonzalez ❞
🌼 está prohibida la copia y/o adaptaci...
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Julia;
Habían pasado unos cuantos días de la cena. Unos días bastantes cansadores. La universidad me estaba matando.
Ahora mismo nos encontrabamos con Pedri en el aeropuerto esperando abordar el avión que nos llevaría a Manchester.
— Tengo muchísimo sueño —hize puchero mientras miraba el reloj del móvil.
El avión salía a las ocho de la mañana, y eran apenas las 7:20.
— Consecuencias de quedarte hasta las cuatro de la mañana en llamada con Agustina —me dijo a mi lado Pedri con los ojos cerrados y su cabeza tirada para atrás.
Lo mire detenidamente. Vi sus orejas debajo de sus ojos y su rostro estaba serio.
— ¿No pudiste dormir tu tampoco? —pregunte mientras me acomodaba en mi asiento y lo miraba solo a el.
El levanto su cabeza y me miró fijamente.
— Se me hacía difícil descansar con una chica hablando a mis espaldas con su amiga —hablo y me sentí culpable.
Mordí levemente mi labio sintiéndome culpable por dentro.
— Lo siento mucho —agarre sus mejillas.
El nego varías veces.
— No pasa nada, amor —cerro sus ojitos cuando sintió mis caricias en sus mejillas rojizas.
Unos minutos más tardes ya nos encontrabamos en nuestros asientos del avión, en minutos despegariamos a Manchester.
— Estoy muerto de nervios —dijo Pedri mientras agarraba la botella que me ofrecía la azafata.
— Yo igual —dije nerviosa.
Ambos estábamos nerviosos por el partido, no por el vuelo.
— Hola —escuchamos una voz suave e infantil.
Ambos volteamos y nos encontramos a un niño que tendría a mi parecer unos ocho años. Este tenía una sonrisa tímida y venía acompañada de una niña rubia con una sonrisa. Pude ver la camiseta del barça entre sus manitos. Sonreí al verlos.
— Hola —saludo tiernamente Pedri.
— Hola guapos —les dije amablemente.
— Hola —saludo la niña con más confianza que antes.
— ¿Cómo estáis? —pregunto Pedri aún con su sonrisita.
— Ansiosa por qué partido —solto la niña emocionada.
— ¿Iran al ver el partido? —pregunto Pedri.
Ambos asintieron.
— Me gustas muchísimo como juegas, me gustaría ser así de grande, ser como tú —comenzo hablando el pequeño castaño.
