INOCENTE [KOOKV]

Capítulo 2

[Los primeros capítulos son cortos]

Narrador omnisciente

Una vez que encontraron la oficina del director, sin perder más tiempo, el progenitor tocó suave la puerta.

Seok olfateó el aire, por el potente aroma que salía de allí.

Podría jurar que era:

Menta, chocolate y un ligero toque de madera.

Su lobo se despertó y alzó sus orejas atento. Pocos segundos después un prominente Alfa abrió la puerta.

Camisa, saco y corbata completamente impecables. Cruzaron miradas por lo que pareció una eternidad, pero sólo fueron milésimas de segundos.

Al Omega mayor le temblaron las piernas, se tambaleó y de no ser por el director que lo sostuvo a tiempo, ubiera caído al suelo.

Tae lo observó extraño. Nunca había visto a su progenitor de esa forma y menos con un Alfa.

Ambos escapaban de los Alfas.

No confiaban en ninguno, no lo harían jamás y no era el momento para empezar ahora.

-¿Está bien, Omega?- Cuestionó el más fornido, con un deje de preocupación sincera.

Jin asintió y se soltó, disimuladamente, del agarre contrario.

El director tragó duro y calmó a su lobo, quién desde que primero olfateó y luego observó al castaño, parecía un desesperado. Él no se dejaba llevar por sus instintos, tampoco era el momento adecuado, mucho menos con lo que parecía era el padre de uno de sus alumnos.

-Usteden deben ser los kim - murmuró al fin.

Los dos bonitos Omegas asintieron a la misma vez.

El Alfa se corrió del umbral y les permitió la entrada. Padre e hijo ingresaron algo nerviosos. El lugar era amplio, muy ordenado y limpio. Tenía un estante lleno de libros, cuadros en la pared y un amplio ventanal detrás suyo el cual daba hacia uno de los patios.

-Por favor, tomen asiento- pidió señalando dos sillas frente a su escritorio.

Cuando los tres estuvieron sentados, el Alfa se decidió a hablar.

-Soy el director del instituto. Me llamo Kim Namjoon- Se presentó para continuar - Y no quiero ser imprudente pero lamento decirles que llegan tarde - No pueden juzgarlo, el director de tan prestigiosa escuela debe ser estricto y la puntualidad es algo en lo que no se debe fallar.

Y mucho menos el primer día.

Seok se removió en el lugar.

Nunca había estado en el Instituto, pues no tuvo tiempo antes y lo inscribió de manera online. Tampoco conocía la ciudad, no era excusa pero sentía que debían ser más comprensibles. Pero tampoco quería jugar un papel de víctima, en realidad le costaba un poco ser puntual y debían cambiar eso.

-Lo siento - habló en voz baja. No quería volver a dar toda la explicación del porqué la impuntualidad.

El silencio se hizo algo incómodo.

El director se había quedado embobado observándolo y se olvidó que tenía que seguir con las indicaciones.

Una vez que lo notó, pues las miradas contrarias cayeron sobre él, pudo proseguir.

Tomó la ficha del menor, que tenía en un sobre y repasó todo en voz alta.

-Kim TaeHyung, Omega, dieciocho años, procedente de Daegu - hizo un alto por unos segundos y releyó lo siguiente.

Se le había pasado que el alumno era mudo.

¡Mierda!

Los estudiantes que asistían al Instituto eran todos de clase alta. Y como era de esperarse les gustaba burlarse de los insubordinados. Ser mudo iba a ser un objeto de burlas.

-¿Eres mudo? - Preguntó y podía jurar que escuchó al progenitor gruñir. Además que fue estúpido preguntarle a un mudo si lo era, o sea ¿cómo le respondería?

-Lo es -respondió el castaño algo seco-¿Algún problema?-

Cuando se metían con su hijo, lo mínimo que sea, Seok no dudaba en sacar sus garras.

Literal.

-No, por supuesto que no - balbuceó Namjoon -Sólo que no lo sabía-

Tae agachó la cabeza.

-Aquí está tu horario- siguió el Alfa entregándole un papel, tratando de no cagarla nuevamente.

El pelirubio lo recibió y leyó todo.

Estudiar le gustaba demasiado, podía decir que también le apasionaba. Sobre todo Historia y las Ciencias Sociales.

Namjoon se levantó de su asiento y rodeó el escritorio.

-Tu primer clase es Matemáticas- informó. Debía acompañar al adolescente al aula así que caminó nuevamente hasta la puerta.

Jin y Tae le siguieron.

-Tienes todo ¿Verdad?- preguntó el castaño, por quinta vez en la mañana.

Tae emitió lo que parecía ser un suspiro y asintió. Salieron al pasillo y era momento de la despedida.

-Recuerda que trabajo hasta tarde - murmuró Jin tomándolo de la barbilla -Por favor, ten mucho cuidado amor -rogó con sus ojos algo cristalizados.

Temía por su hijo.

Iba a estar sólo la mayoría del tiempo y eso le preocupaba demasiado. Rogaba que ésta vez el menor pueda hacer algún amigo.

-Usa tu pizarra sólo si es necesario -siguió.

Se refería a la pizarra que usaba TaeHyung para comunicarse con él. Namjoon aclaró su garganta, interrumpiendo.

Era un lindo momento entre padre e hijo, pero el joven había perdido ya media hora de clase.

-Vé con él- terminó Jin empujando ligero su pecho.

El rubio besó su dedo índice de la mano derecha y luego apuntó su pecho, precisamente donde se ubica el corazón.

No era lenguaje de señas oficial.

Fue creado por ellos y significaba "Te amo"

Seok sonrió amplio y respondió de la misma manera.

El director y el Omega comenzaron a caminar y pocos minutos después estuvieron frente a un aula.

Tae llevó ambas manos a sus orejas y se tapó mientras hacía una mueca. Gritos, risas y barullo se escuchaba proveniente del lugar.

¿Acaso nadie ponía límites en el aula?

Namjoon ingresó rápido y de un segundo a otro el silencio se apoderó de todos.

Los estudiantes que estaban parados se sentaron cada uno en su lugar, el profesor, quién lucía cansado, se alegró de poder tener un poco de silencio.

Tae quedó todavía en el pasillo.

El Alfa observó de mala manera a los alumnos. Definitivamente ese era el peor grupo.

-Tienen un compañero nuevo -anunció cruzando los brazos en su pecho.

Todos comenzaron a murmurar.

¿Compañero nuevo luego de haber empezado hace un mes las clases?

Se cuestionó la mayoría.

-Pasa TaeHyung - pidió el mayor.

El nombrado tragó duro e ignorando los nervios, ingresó. Se colocó al lado de NamJoon y realizó una pequeña reverencia.

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